Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Nigeria, donde pese a los esfuerzos de la iglesia local por colocar en la esfera internacional la brutal persecución a los cristianos que se está produciendo en ese país africano, la realidad es que muy pocos son los que la conocen.

“Los seres humanos son masacrados por terroristas que parecen haber puesto en el punto de mira a los cristianos. La seguridad de la vida y de la propiedad ya no se puede garantizar en Nigeria". Esta es la dura declaración realizada por monseñor Paulinus Chukwuemeka Ezeokafor, obispo de Awka en el sur de Nigeria, recogió Fides.

La de Monseñor Ezeokafor es solo la última de las voces de los obispos católicos que denuncian la violencia, en particular contra los cristianos, pidiendo a las autoridades federales y locales que garanticen la seguridad de todos.

Soy madre de mártires, y estoy orgullosa de ellos. Ellos interceden por mí y por su padre en el cielo

Sin marcharnos de África, el pasado 15 de febrero se celebró el quinto aniversario de la muerte de los 21 mártires coptos que fueron decapitados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en una playa de Libia en 2015. Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) se puso en contacto con sus familiares y recogió su testimonio.

La madre de dos hermanos Samuel de 22 y Beshoy de 24 años de edad que estaban entre los 21 mártires pedía que se la identificara como lo que realmente es: “Soy madre de mártires, y estoy orgullosa de ellos. Ellos interceden por mí y por su padre en el cielo”. Añadió que está rezando por los seguidores del Daesh y pidiendo a Dios “que les dé la luz y les abra los ojos a la verdad y al bien”.

“Dios habló a través de ellos por medio de su invocación ‘Ya Rabbi Yassou’ (‘Oh, mi Señor Jesús’)”. “Nuestros mártires rezaron antes de morir, y era obvio que estaban invocando a Jesús. Eso es un consuelo para nosotros y nos hace sentirnos orgullosos. Los veintiuno tuvieron la fortuna de ser mártires por Cristo y nuestra comunidad se siente honrada de tener la custodia de sus cuerpos”, añadió su hermano Basheer.

Mis padres sintieron alivio cuando supieron con certeza que sus hijos se mantuvieron firmes en su fe en Jesucristo

Pese al terrible dolor que sufrieron, Basheer dice que “Mis padres sintieron alivio cuando supieron con certeza que sus hijos se mantuvieron firmes en su fe en Jesucristo, quien nos ha infundido mucho alivio y consuelo. Mis hermanos nos han infundido valor frente a la persecución; ya no tenemos miedo ni sentimos preocupación”.

El santuario dedicado a estos mártires prepara la publicación de un libro que documente los milagros que se atribuyen a la intercesión de estos mártires. “Hay muchos milagros en el pueblo atribuidos a ellos. Así, una mujer con cáncer se ha curado tras rezar en el santuario”, ha informado el P. Abu Fanus, añadiendo que muchas personas se han bautizado y se han vuelto cristianas gracias al ejemplo de los 21 mártires.

El decapitado número 21 no era copto ni cristiano y fue reconocido en el vídeo que difundió Daesh por un amigo suyo. Era natural de Ghana, su nombre era Mathew Ayariga y llegó a Libia para buscar trabajo. Allí conoció, convivió y trabajó con los otros 20 mártires coptos. En el momento del martirio, cuando los terroristas le preguntaron si rechazaba a Jesús, a pesar de saber que iba a ser asesinado, dijo sin dudarlo: «Su Dios es mi Dios». Mathew confesó a Cristo con su sangre. Sus restos siguen en Libia, pero el embajador libio en Egipto ha prometido que el cuerpo será trasladado a Egipto una vez se estabilice la situación política en su país.

La Unesco reconstruirá una iglesia católica destruída por Estado Islámico

Y la Unesco anunció que pronto comenzará la reconstrucción de la iglesia católica siríaca de “Al Tahera”, en Mosul (Irak), destruída en el 2017 por el grupo terrorista Estado Islámico (EI). El Ministerio de Cultura de los Emiratos Árabes Unidos se comprometió a financiar el proyecto, recoge Aciprensa.

En el 2017 esta iglesia, ubicada al noreste de Irak, fue severamente dañada por los yihadistas durante la batalla en Mosul, ciudad que fue retomada por las fuerzas iraquíes en diciembre de ese año. Muchas partes de las arcadas del templo fueron destruidas, así como los muros externos, afirmó la Unesco en un comunicado.

La agencia de las Naciones Unidas dijo el lunes 17 de febrero en su cuenta de Twitter que comenzará la reconstrucción de “Al Tahera”, pues considera importante “fomentar la reconciliación y la cohesión social en esta comunidad”, donde también se profesa religiones diferentes al islam.

“La rehabilitación de esta iglesia es importante no solo por su valor como herencia cultural, sino como testimonio de la diversidad de la ciudad, una orgullosa convergencia de culturas y un refugio pacífico para diferentes comunidades religiosas a lo largo de los siglos”, dijo la Unesco.

La iglesia que fue construida en 1859 y abierta a los fieles en 1862, representa desde entonces la presencia del cristianismo en un país de mayoría musulmana, y donde muchos cristianos fueron asesinados a causa de su fe.

En junio de 2014, el EI conquistó Mosul, con lo cual se inició el éxodo de cristianos y otras minorías religiosas hacia el Kurdistán iraquí.