El obispo de Orihuela-Alicante, Mons. José Ignacio Munilla, se suele caracterizar por alzar la voz no sólo contra cosas que están ocurriendo en el seno de la Iglesia (por ejemplo, con la bendición de homosexuales, no de sus uniones recogida en la declaración Fiducia Supplicans), sino también en el mundo (ha llegado a hablar del Nuevo Orden Mundial (NOM) y de que hay que resistir antes su ideología), y por supuesto contra la cultura de la muerte que se extiende (aborto, eutanasia...). También ha denunciado la manipulación mediática de El País en el caso de los abusos sexuales de la Iglesia (los cuales son deleznables, pero sólo supone un 0,2% de los totales en España). Esta valentía de Mons. Munilla ha vuelto a quedar patente al responder a Mons. Scicluna: “¿De verdad cree que el matrimonio es el remedio contra la infidelidad sacerdotal?”. 

Recuerden que Mons. Scicluna es el arzobispo de Malta y secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, por tanto, en este organismo de la Iglesia está a las órdenes del cardenal Víctor Manuel Fernández -más conocido como ‘Tucho’- y que es autor de la famosa y polémica declaración Fiducia SupplicansMons. Scicluna ha cobrado protagonismo por mostrarse partidario, recientemente, de eliminar el celibato sacerdotal, con este argumento: “¿Por qué deberíamos perder a un joven que habría sido un buen sacerdote, sólo porque quería casarse? Y hemos perdido buenos sacerdotes sólo porque eligieron el matrimonio”. 

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Mons. Munilla no se ha quedado callado y ha respondido a la propuesta de Mons. Scicluna sobre suprimir el celibato sacerdotal a través de su perfil en la red social X (antes Twitter) en la noche del 31 de enero. Una respuesta que merece la pena destacar este viernes 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor, cuando la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada (la cual fue instituida n 1997 por el Papa San Juan Pablo II y que este año, en su XXVIII, se realiza bajo el lema “Aquí estoy Señor, hágase tu voluntad”). 

Aquí tienen la respuesta de Mons. Munilla dando tres buenos argumentos contra la propuesta de Mons. Scicluna y lanzándole una pregunta muy pertinente: 

“1º.- ¿De verdad cree que el matrimonio es el remedio contra la infidelidad sacerdotal? ¿Acaso no existen multitud de matrimonios con doble vida? Y, por otra parte, ¿qué hacemos con los sacerdotes que se divorcien?
2º.- La evolución de la disciplina del celibato en la tradición de la Iglesia (tanto en Oriente como en Occidente) ha ido dando pasos a lo largo de los siglos, siempre en la dirección de una mayor adecuación con Jesucristo, el cual fue célibe. La propuesta del Sr. Scicluna supondría una "involución" por primera vez en la tradición de la Iglesia, alejando nuestra disciplina del sacerdocio celibatario de Cristo. 
3º.- El Sr. Scicluna parece olvidar que la vocación al sacerdocio es una llamada personal de Dios, en la que Él nos da su gracia para que podamos seguirle; y no una mera elección individual entre las distintas posibilidades que a cada uno le resulten más atrayentes...

Por último, a muchos católicos nos gustaría saber si Mons. Scicluna está haciendo declaraciones contra la ley del celibato desde su condición de miembro del Dicasterio para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, o si lo hace a título personal. ¡Es por saber a qué atenernos!”.