Decíamos ayer en Hispanidad ante el caso de unos propietarios que consiguieron recuperar su local y se lo encontraron completamente destrozado que la caradura okupa no conoce límites. Ahora El Mundo se hace eco del caso de una mujer de 85 años a la que le han okupado su casa. 

El pasado 17 de marzo unos okupas entraron en la vivienda en la madrileña calle de Embajadores: "Si se lo cuento se me muere en el acto, la tengo que enterrar", asegura María José, hija de la víctima: "han roto ya los muebles de la cocina": "Son salvajes".

María José explica que su madre se encuentra viviendo con ella, ya que cuando comenzó la pandemia tuvieron que someterla a una operación de urgencia, con una larga recuperación: "No quería que estuviese sola, así que se vino a mi casa hasta que todo pasase". Su madre ya recuperada estaba dispuesta a volver a su casa pero los okupas entraron en la casa: "Ya teníamos todo previsto para que regresara a su hogar, con una asistenta, pero ahora sucede esto...". María José no le ha contado aún a su madre lo sucedido por miedo a cómo pueda afectarle. 

Los okupas llevan invadiendo la casa de su madre desde ese día: Me acerqué con la Policía y a través de la ventana vi que habían roto ya los muebles de la cocina". Los okupas no solo han destrozado la casa sino que han tirado toda la ropa de su madre a la calle: "Han tirado toda su ropa a la calle; aún no se lo dije a mi madre, si se entera, se muere". 

Y por si fuera poco, los okupas se han enganchado a la luz: "Los vecinos me dicen que están toda la noche con la luz encendida, derrochando". "Según me dicen los vecinos hay un negro, una chica blanquita y un par de marroquíes", cuenta María José.

Pero no se preocupen ante todos estos casos, que la okupación es un invento de la ultra derecha: ya lo dijo Irene Montero: