Del 13 al 20 de mayo de 2019 se celebró en Uagadugú, capital de Burkina Faso, la tercera Asamblea Plenaria de los Obispos de África Occidental. Esta reunión se vio ensombrecida por los graves atentados terroristas en el país.

Mons. Martin Happe, obispo de la diócesis de Nuakchot, Mauritania, participó en el encuentro episcopal de Burkina Faso. El prelado, de origen alemán, habló con la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) sobre los dramáticos acontecimientos y la situación de los cristianos en África occidental, donde los ataques que sufren son cada vez más violentos.

"Antes de llegar a Mauritania trabajé durante 22 años en Malí, la mayor parte del tiempo en el norte del país. Fue entonces cuando comenzaron los ataques. Los fundamentalistas atacaban deliberadamente a la pequeña minoría cristiana. No se debe olvidar sin embargo que alrededor de 160.000 desplazados musulmanes de Malí han encontrado refugio en Mauritania. Para los fundamentalistas, estos musulmanes son también «herejes» porque no siguen ese islam de corte wahabí y fundamentalista. Los no musulmanes son, por supuesto, aún peores a los ojos de estos terroristas. Por eso los cristianos son su primer objetivo", ha dicho.

La persecución de la minoría cristiana en el norte de Nigeria se prolonga desde hace ya mucho tiempo

En Nigeria, por ejemplo, las noticias de la derrota del grupo terrorista Boko Haram se contradicen con el testimonio del sacerdote John Bakeni, responsable de coordinar la ayuda a los supervivientes de los ataques y a las personas desplazadas por la violencia en su diócesis de origen, Maiduguri. También la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) trabaja estrechamente con él desde hace años.

"La persecución de la minoría cristiana en el norte de Nigeria se prolonga desde hace ya mucho tiempo. Va desde la exclusión política, la negación de tierras para construir iglesias, secuestros violentos, hasta  el matrimonio forzoso de niñas como un acto de violencia calculada. Los ataques contra los cristianos son cada vez más incontrolados y agresivos. Los continuos enfrentamientos de Boko Haram y los ataques de pastores Fulani, en su mayoría islámicos, han hecho que vivamos siempre con miedo.  Vivimos cada día que pasa sin incidentes como una bendición porque no sabemos lo que pasará al día siguiente. En esta parte del mundo es muy difícil ser cristiano, pero nuestra fe nos impulsa a testimoniar valientemente el Evangelio”, explicó.

Se sienten atemorizados cuando oyen el sonido de las campanas. Es un testimonio angustioso de lo agobiante que tienen que ser para ellos los recuerdos del Domingo de Pascua

Y de África a Asia. Dentro de pocos días se cumplirán dos meses de los atentados contra tres iglesias cristianas y varios hoteles en Sri Lanka ocurridos en Domingo de Pascua, en los que murieron más de 300 personas y 500 resultaron heridas, pero todavía hoy muchas personas tienen miedo de ir a una iglesia, publica Aciprensa.

El pasado 21 de mayo, exactamente un mes después de los atentados, las iglesias de Sri Lanka volvieron a abrir. Sin embargo, los cristianos todavía hoy tienen miedo.

“Las medidas de seguridad en toda Sri Lanka han sido muy grandes durante nuestra visita; las fuerzas de seguridad y los militares estaban presentes en todas partes. Especialmente la población cristiana todavía tiene miedo. Es sabido que el Domingo de Pascua hubo más personas involucradas en los atentados que los que se han investigado y arrestado posteriormente. Así que todo el mundo sabe exactamente: en algún lugar todavía hay gente muy peligrosa en libertad, que podría volver a atacar en cualquier momento”, precisó Veronique Voguel, directora de proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), responsable de Sri Lanka.

La directora de proyectos de ACN subrayó que “se sienten atemorizadas cuando oyen el sonido de las campanas. Es un testimonio angustioso de lo agobiante que tienen que ser para ellos los recuerdos del Domingo de Pascua”.

Polonia: apuñalado un sacerdote antes de celebrar Misa

Y de Asia a Europa. Un sacerdote católico fue apuñalado antes de celebrar una Misa el lunes 10 de junio en la ciudad de Breslavia​​ (Polonia), pero se encuentra actualmente “estable”, informaron fuentes locales y recogió Aciprensa.

Un portavoz del Hospital Clínico Universitario de Breslavia​​ dijo a la agencia polaca PAP que el P. Ireneusz Bakalarczyk se recupera de una cirugía que sirvió para sanar las lesiones internas en su pecho y abdomen que, según informes, sufrió durante el ataque.

El P. Bakalarczyk estaba por iniciar la Misa en la iglesia de Blessed Virgin Mary on the Sand, en el centro de Breslavia, cuando un indigente de 57 años se acercó y comenzó una discusión sobre los escándalos de abuso sexual en la Iglesia Católica. Luego, el hombre sacó un cuchillo y apuñaló al sacerdote en el pecho y el abdomen, según indica el canal de noticias local TVP Info.