Según adelanta ElDiario.es y confirman fuentes de El Confidencial, la exministra socialista de Educación, Isabel Celaá es la persona que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere enviar como embajadora a la Santa Sede. El Ministerio de Exteriores ha pedido a la Santa Sede el llamado plácet diplomático
Celaá dejó de ser ministra el pasado mes de julio, tras una amplia remodelación del Gobierno. Pero en su currículum como ministra de Educación dejó varias perlas que mostraban bien a las claras su talante radical de izquierdas y por lo tanto poco amigo -amiga en este caso- de los postulados que defiende la iglesia católica, recuerda Religión en Libertad.
Como se recodará, Celaá impulsó una ley -que se conoce popularmente con su nombre- que suponía un ataque a la libertad de los padres para elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos, que es uno de los principios no negociables establecidos por el Papa Benedicto XVI. Y lo hizo discriminando a las escuelas concertadas, muchas de ellas de orientación católica y algunas de ellas con la modalidad de educación diferenciada, como recogió Hispanidad.
Además, en noviembre de 2019, Celaá proclamó que "la libertad de los padres para elegir tipo de centro no emana del artículo 27 de la Constitución" y que "de ninguna manera puede decirse que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa o a elegir centro educativo podrían ser parte de la libertad de enseñanza", recuerda Religión en Libertad.
Poco después, en enero de 2020, Celaá volvió a la carga criticando el "pin parental" (el derecho de los padres a saber si a sus hijos les van a impartir temas controvertidos e ideológicos para poder evitárselo) proclamando en una rueda de prensa que ese derecho paterno "vulnera el derecho fundamental a la educación, que pertenece a cada persona desde su nacimiento. No podemos pensar que los hijos pertenecen a los padres", recuerda Religión en Libertad.
Y más: en marzo de 2021, con la pandemia en sus inicios, criticaba a un diputado padre de una niña con síndrome de Down porque defendía la escuela diferenciada. La ministra le dijo: "¿De qué lejos viene usted?, usted no ha hecho nada por el progreso". Volvieron las protestas indignadas.
Y todo esto lo hacía después de haber mandado a sus hijas a estudiar a un colegio católico concertado y diferenciado, recuerda Religión en Libertad.
Por todo ello, ya solo sugerir su nombramiento como embajadoras ante la Santa Sede supone una nueva provocación de Pedro Sánchez a la Iglesia católica.
Aunque aún está por ver si el Vaticano acepta a Celaá como embajadora. Recuerden el veto del Vaticano a Caroline Kennedy (hija de John F. Kennedy), en 2009, quien se había mostrado públicamente a favor del aborto…
"La ira de China" https://t.co/wDCDpkgcMm
— Marta Sevilla 2 (@BalbontinCas) December 8, 2021