Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Pakistán, donde un padre de familia, de nombre Markas Masih, se vio obligado a dejar su país con su familia y refugiarse en España, acusado falsamente de blasfemia.
Masih recordó que en su tierra natal “trabajaba en una iglesia con Cáritas y daba charlas sobre cómo planificar naturalmente la familia”. “Yo daba charlas con mi mujer, que es enfermera. A veces venían musulmanes y tuve problemas cuando ellos vieron mi charla”, narró a ACI Prensa.
Sin embargo, indicó el católico pakistaní, para los musulmanes esto es contrario al “islam y contra el Corán. Por eso nos han acusado de que hemos hecho blasfemia, que hemos dado educación contra el islam”. “Nos han golpeado, nos han disparado y hemos tenido que huir, protegiendo nuestra vida”.
La persecución que sufrió junto a su familia, relató Masih a ACI Prensa, lo llevó a huir primero a Irán, “luego a Dubai y desde Dubai a España”. “Hace 15 años solicité asilo religioso y gracias al gobierno de España que me lo concedió”.
En Pakistán, hizo notar, la mayoría de los católicos “son pobres, no tenemos tantas oportunidades de trabajar, tener buena educación. Y la mayoría está limpiando la ciudad, porque el gobierno es la única oportunidad que nos da”.
Masih pidió también rezar por los católicos en su tierra natal, a fin de “que Dios nos dé la fuerza para seguir adelante y ejercer como católicos en su país”. “Por eso nosotros siempre, cada día, hacemos un Vía Crucis. Siempre estamos bajo tentación y por nuestra fe nosotros siempre estamos perseguidos”.
Tenemos que empezar a pensar en lo que podemos hacer para ayudar a que los cristianos se estabilicen en el país
Nos vamos ahora a Afganistán, donde los cristianos están siendo perseguidos 18 meses después de que las fuerzas estadounidenses abandonaran el país, tal y como explica David Curry, presidente y director ejecutivo de Global Christian Relief, a CBN.
Curry dijo que hay “castigos extremos, extraños y brutales” contra cualquiera que desafíe al islam o a los talibanes, y otros grupos extremistas como el Estado Islámico intentan empujar a los talibanes a un comportamiento aún más depravado.
“Los cristianos y las minorías religiosas dentro de Afganistán enfrentan una enorme persecución”, dijo Curry, y señaló que muchos creyentes escaparon y se fueron. “Los cristianos que quedan están en la clandestinidad, están huyendo, y no podemos ver esta estrategia de cortar y correr como una solución a largo plazo”.
“Tenemos que empezar a pensar en lo que podemos hacer para ayudar a que los cristianos se solidifiquen, se estabilicen en el país, y tal vez incluso pensar en cómo podemos ayudar e ir a este país, esta área difícil, y tratar de construir la iglesia y tratar de construir nuestra influencia en el nombre de Jesús”.
A pesar de señalar que “la persecución de los cristianos continúa sin cesar”, Release International también afirmó que “hay señales tempranas de que la fe cristiana podría estar creciendo entre los afganos a pesar de, o debido a, la persecución violenta”.
Nina recibió una gran paliza a manos de su marido, enfadado y avergonzado de ella por su conversión al cristianismo
Y en Kirguistán, una mujer cristiana conversa del islam —de nombre falso Nina—, a los ojos de la gente de su pueblo era una infiel que había abandonado su fe. Al principio, su marido, musulmán, no sabía que se había hecho cristiana y que iba a la iglesia a escondidas, hasta que los vecinos se enteraron y la delataron. Dijeron al marido que ahora él tampoco podría ser enterrado en su pueblo natal por ser considerado también un infiel, informa Puertas Abiertas.
Por ello, Nina recibió una gran paliza a manos de su marido, enfadado y avergonzado de ella. La mujer tuvo que pasar cinco días en casa y ocho en el hospital. Su marido pegó igualmente a su hijo, quien iba a la iglesia con su madre y también es creyente.
El marido de Nina le dijo que renunciara a su fe en Jesucristo y dejara de ir a la iglesia, pero ella se negó y se mantuvo firme. Su marido decidió abandonarla. Actualmente, Nina vive sola con su hijo. Ha perdido la audición en el oído derecho debido a la traumática paliza que recibió. Te rogamos que ores por Nina y su hijo.
Nina es una de las muchas personas que sufren a causa de su fe en Kirguistán. Fuera de la capital, Biskek, los extremistas islámicos siguen atacando violentamente a los que no son musulmanes. Según la organización Forum 18, el fuerte aumento de estos ataques que comenzó en 2022 no muestra signos de desaceleración en 2023. Muchos creen que las autoridades locales son cómplices de estos ataques selectivos. Sin nadie a quien pedir ayuda, las personas no musulmanas se encuentran en una situación vulnerable.