Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos recogiendo las palabras del Papa Francisco pidiendo oraciones “por los que sufren persecución por el nombre de Jesús”. Lo hizo en la fiesta de San Esteban, primer mártir cristiano, recogió Aciprensa.
“Lamentablemente son muchos. Son más que en los primeros tiempos de la Iglesia. Encomendamos a la Virgen María estos hermanos y hermanas nuestros, que responden a la opresión con mansedumbre y, como verdaderos testigos de Jesús, vencen el mal con el bien”, advirtió el Papa.
En su reflexión sobre san Esteban, el Santo Padre destacó que “Esteban, mientras recibía las piedras del odio, devolvía palabras de perdón. Así cambió la historia” y añadió que “también nosotros podemos transformar el mal en bien todos los días, como sugiere un hermoso proverbio que dice: ‘Haz como la palmera, le tiran piedras y deja caer dátiles’”.
Esteban fue acusado falsamente y lapidado brutalmente, pero en las tinieblas del odio hace brillar la luz de Jesús: reza por los que le están matando y los perdona, como Jesús en la cruz
“Esteban fue acusado falsamente y lapidado brutalmente, pero en las tinieblas del odio hace brillar la luz de Jesús: reza por los que le están matando y los perdona, como Jesús en la cruz. Es el primer mártir, es decir, testigo, el primero de una gran multitud de hermanos y hermanas que hasta hoy siguen llevando luz a las tinieblas: personas que responden al mal con el bien, que no ceden a la violencia y la mentira, sino que rompen la espiral del odio con la mansedumbre del amor. Estos testigos iluminan el alba de Dios en las noches del mundo”, afirmó.
En esta línea, el Santo Padre explicó que el camino para convertirse en testigo es “imitando a Jesús, recibiendo luz de Jesús” y añadió que “este es el camino para todo cristiano: imitar a Jesús, recibir la luz de Jesús”.
“Ser testigos de Jesús es válido también para nosotros. El Señor quiere que hagamos de la vida una obra extraordinaria a través de los gestos ordinarios, de los gestos de todos los días. En el lugar donde vivimos, en familia, en el trabajo, en todas partes, estamos llamados a ser testigos de Jesús, aunque solo sea regalando la luz de una sonrisa, luz que no es nuestra, sino de Jesús y huyendo de las sombras de las habladurías y los chismes”, dijo el Papa.
El gobierno «debe hacer serios esfuerzos para permitir que los cristianos iraquíes regresen y vivan una vida segura y digna en su tierra natal»
Mientras eso decía el Papa sobre los cristianos perseguidos, el presidente musulmán sunita de Irak, Barham Salih, asistía a una misa de Nochebuena la que dijo que el gobierno del país no solo debe hacer todo lo posible para defender a los cristianos y ayudarlos a regresar, sino también para reprimir la violencia extremista y erradicar la corrupción gubernamental, recogió Infocatólica.
Hablando desde la Catedral de San José en Bagdad el 24 de diciembre, Salih dijo que el gobierno «debe hacer serios esfuerzos para permitir que los cristianos iraquíes regresen y vivan una vida segura y digna en su tierra natal».
«Se deben proteger sus derechos religiosos y culturales. Como muestra la historia del país, son una parte importante del pueblo de Irak», dijo, y señaló que Irak es un país extremadamente diverso, y sin cristianos, «la fuerza que nos da nuestra diversidad de religiones y etnias seguramente se habría perdido». Salih habló poco después de que el parlamento iraquí anunciara la decisión de declarar la Navidad como fiesta nacional anual.
Los cristianos expatriados en los últimos años representan aproximadamente el 40 por ciento de los casi 138.000 bautizados que han encontrado refugio en Kurdistán
Al hilo de las palabras del presidente iraquí cabe recordar que al menos 55.000 cristianos iraquíes refugiados en Kurdistán han quedado expatriados en los últimos años, la mayor parte mudándose a países de América del Norte, Australia y Europa, así como a otros países de Oriente Medio. La cifra cuantitativa ha sido proporcionada por Khalid Jamal Albert, director general de la sección que se ocupa de las comunidades cristianas dentro del Ministerio de Dotaciones y Asuntos Religiosos de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí, informa Fides.
El funcionario del gobierno regional destacó que los cristianos expatriados en los últimos años representan aproximadamente el 40 por ciento de los casi 138.000 bautizados que han encontrado refugio en Kurdistán, tras huir de Mosul y de ciudades y pueblos de la Llanura de Nínive, a la llegada de las milicias yihadistas del Estado Islámico (Daesh).
Khalid Albert señaló la inestabilidad política y la inseguridad de sus zonas de origen, entre los motivos del éxodo de los cristianos del norte de Irak, destacando el trato respetuoso con el que los refugiados cristianos han sido tratados por las autoridades políticas de la Región Autónoma de Kurdistán iraquí.