Anda escocido El País por la tomadura de pelo de un lector cachondo que ha servido para demostrar la mala fe del diario gubernamental y donde, para mayor pitorreo, también ha sido secundado por el Defensor del Pueblo, el excura Ángel Gabilondo. El astuto y muy poco democrático lector, a la hora de denunciar la gran calumnia contra la Iglesia española del periódico que mangonea el socialista Miguel ‘Cubanino’ Barroso, se inventó un caso, el 'caso bollycao' .. y el diario se lo tragó enterito, sin contrastar la información.
Ha elevado el número de casos de abusos sexuales de menores por parte del clero, en 60 años, de 400 casos de abusos demostrados a 440.000. Con un par. Y persiste en su numantina, más bien, demoniaca actitud.
Cierto, sabemos que un sólo caso de abuso sexual a un menor por parte de un sacerdote es gravísimo. A un sacerdote al que se le confía la educación de un menor y abusa de ese menor... justicia islámica: se le cortan los estos y se acabó. Ahora bien, se da la circunstancia de que, en todo el mundo, la pedofilia clerical ha sido muy inferior a la laical en España. Lamentable, pero mínima. Y naturalmente, nuestro periódico comecuras puso en marcha una campaña de recogida de casos ocultos, que el defensor del pueblo, insigne cura rebotado don Ángel Gabilondo, oficializó, engrandeció... y dejó al titular de El País en lo único que le interesaba: los abusos sexuales de menores por parte de curas se elevaron en España a 440.000 en sesenta años, una cifra que hasta el mismo redactor sabía más falsa que Judas pero de la que El País -soberbia obliga- no se aparta ni un milímetro.
Entonces va un cachondo -funcionario municipal y miembro del Opus Dei, o sea, muy mala gente- y se inventa el precitado caso de los bollycaos y toda la campaña queda al descubierto y toda la calumnia bajo análisis. Reacción de PRISA: se trata de un funcionario municipal, el grado más bajo de funcionarios, ¡y encima del Opus! Ya saben si pasa el balón, que no pase el hombre. Si nos han pillado con el carrito del helado, es que el que nos ha puesto en berlina es un asaltante de farmacias, en sus ratos libres.
El diario de PRISA está escocido con quien puso en entredicho su enorme calumnia sobre pederastia clerical. Asegura que se trata de un funcionario municipal y miembro del Opus Dei, dos condiciones de lo más lamentables
¿No sería más sencillo decir que nos hemos equivocado y que aunque sólo sean 400 casos pueden ser más (seguro que hay más) y que, de cualquier forma, resulta vergonzoso que se haya dado un solo caso de cura pedófilo? Así podrían seguir cargando contra la Iglesia y no harían el ridículo que están haciendo, pero claro, es lo bueno del odio: oxida la mente.
Y recuerden lo más triste: cuando la pederastia ya no sirva para atacar a la Iglesia, cuando regresen el sentido común y el sentido de las proporciones, la pederastia y la pedofilia pasarán a ser avances progresistas. Irene Montero ya apuntaba por esa vía cuando afirmaba que los menores tienen derecho a acostarse con quien quieran, ¡Qué maravilla de ministra! ¡Qué maravilla de periódico! ¡Qué maravilla de excura Gabilondo!