El mismo equipo creativo que hizo posible la primera película comandada por el director Will Gluck, se ha apuntado a este nuevo proyecto. Regreso por tanto a la gran pantalla de uno de los personajes clásicos más queridos por los niños británicos, Peter Rabbit, cuyas aventuras e ilustraciones fueron creados por Beatrix Potter. La nueva entrega lleva a Peter a las calles de la gran ciudad, fuera de su jardín, donde se verá obligado a averiguar quién quiere ser.
El mayor reto, como en la original, la interacción entre personajes humanos y los animados creados por ordenador sin que se note la diferencia, algo que se complicó más en esta ocasión al sacarles al mundo exterior. Los responsables han vuelto a ser Animal Logic, una de las mayores compañías de animación del mundo que ha trabajado en múltiples películas ganadoras y nominadas al Oscar. Para los observadores, merece la pena que admiren su trabajo en la escena inicial, que abre la película, donde durante 10 minutos se recrea una trifulca entre humanos y animales en la boda de Bea y Thomas.
Muy involucrados en el proyecto, el productor de la película, Zareh Nalbandian, ha llegado a afirmar: “Puede que sean conejos, pero son igual que nosotros ,,,,porque son una familia. Tienen los mismos conflictos, retos, etc…” Sin elevarnos tanto a quienes les agrado la adaptación del año 2018 les gustará ésta nueva incursión aunque nuestro conejo protagonista es más gamberro.
Uno de los atractivos de la versión doblada al español es reconocer las voces de los principales personajes, que han sido doblado Dani Rovira, Belén Cuesta, Leo Harlem y Silvia Abril.
Como se imaginarán hablamos de un relato atemporal, con el que sus responsables no esconden que quieren transmitir modelos correctos a seguir para los niños espectadores.
Como es una película de acción real con personajes animados, se ha cuidado mucho las localizaciones. Así esta secuela está rodada principalmente en Australia en la zonas históricas de Sídney, como The Rocks y otras áreas con herencia arquitectónica inglesa. El responsable de localizaciones Jeremy Peek encontró el sitio perfecto para la secuencia del mercadillo: el hospital Cumberland en el barrio de Parramatta en Sídney, construido a principios del siglo XIX.
Para: niños y mayores a quienes les gustó la primera película del conejo travieso.