Informa España Confidencial, los coches eléctricos de la Policía Foral de la Comunidad Foral de Navarra se quedan sin batería a medio camino de las emergencias.

Al parecer, el pasado mes de abril el vicepresidente y consejero de Interior, Javier Remírez, compartía en sus redes sociales la adquisición de los nuevos coches eléctricos de la Policía Foral, los primeros cero emisiones. En su flota, la Policía Foral cuenta con el 17% de coches eléctricos y la intención es llegar al 50% en el año 2030.

Algo que se vendería como todo un éxito para gobierno navarro, pero los sindicatos policiales han denunciando que los nuevos coches eléctricos no son tan eficientes como parecen, puesto que ya ha habido avisos que se han quedado sin cubrir porque la patrulla enviada a atenderlos se ha quedado sin batería. 

Y tiene lógica, sí. Porque la población de la Comunidad Foral de Navarra se concentra en Pamplona y el resto se distribuye en núcleos dispersos y con poca población en una extensión de 10.391 km², entre los que hay distribuidos 127 puntos de recarga de acceso público, y en la mayoría de municipios ni hay, y a lo que se le suma que un coche eléctrico tarda, de media, entre 5 y 8 horas en cargarse por completo. A la vista de estos datos, quizás no fue muy buena idea lo de querer una flota eléctrica, ¿no cree señora Chivite?

Pero no sufran, sus emergencias no serán atendidas, pero el planeta estará siendo salvado, que es lo importante.