La situación económica del Grupo PRISA, editor entre otros de El País y la cadena SER, es tan delicada que la liquidez actual no llega para pagar las nóminas de noviembre. En Hispanidad ya hemos dicho que PRISA lleva muchos meses en quiebra técnica, como también hemos dicho que nadie sabe quién está detras de su presidente y principal accionista, Joseph Oughourlian. La noticia es que el propio Amber Capital va a proponer a los accionistas una ampliación de capital que el propio Oughourlian negaba hasta hace pocas semanas. Lógico: no quería aportar 1 de cada 3 euros de un negocio que sabe que está quebrado. Es más, el especulador franco-armenio ha amenazado directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: Si PRISA cae, te quedas sin tus dos principales instrumentos para ganar las elecciones generales de, se supone, noviembre de 2023: El País y la SER. Encima, Sánchez todavía no ha movido ficha en INDRA, y si el Ejecutivo no mueve ficha en la ingeniería, Amber Capital perderá dinero en dos frentes.
El presidente de PRISA amenaza a Sánchez: te queda un año para las elecciones
Pero si el presidente de PRISA es Oughourlian, el comisario político al servicio de Moncloa es Miguel 'cubanino' Barroso. Y como Pedro Sánchez no entiende mucho de balances, pero sí de intereses electorales, ha exigido a Barroso que cese fulminantemente a Juan Luis Cebrián, director fundador de El País y ex Consejero Delegado de PRISA. El bueno de 'Janli' se dedica a golpear al presidente del Gobierno con la saña y elegancia con la que sólo él sabe hacerlo. El problema es que cuando Barroso ha intentado cesar a Janli, se ha encontrado con la rebelión activa de buena parte de la redacción, que amenaza con una huelga de plumas caídas. La situación en el seno de El País no parece muy edificante.
Ana Botín exige el mando total si quieren que salve El País
En el entretanto, el Santander se vislumbra como, una vez más, el caballero blanco que puede salvar a PRISA. Lo que ocurre es que Ana Botín, expulsada de PRISA por la Moncloa, exige todo el poder, incluido todo el poder, incluida la vuelta de Javier Monzón a la presidencia y, además, en Moncloa no se fían de una Ana Botín apoyando con entusiasmo el próximo triunfo electoral de Pedro Sánchez. Recuerden la última alusión de don Pedro: "si no le gusta lo que hacemos a Ana Botín o a Ignacio Galán, es que vamos por buen camino".
La venta de la SER a Berlusconi continúa paralizada
Mientras, Miguel Barroso continúan empleando su cuasi-filial Huffington Post más conocido como 'Jacinto Post' como el látigo con el que golpear a todos los que no le caen bien o, aún peor, se oponen a sus intereses. La última víctima ha sido Mauricio Casals en un libelo en el que han sacado a colación hasta a la familia del prsidente de La Razón. ¿Y en qué ha ofendido Casals a Miguel Barroso y a su socio, el otro Miguel, de apellido Contreras? Pues en que Casals se opuso a la entrada de El País en el Grupo Atresmedia y en la participación de éste para refundar la hoy fenecida PRISA TV.
La verdad es que no sólo se opuso Mauricio Casals, sino también el presidente de Atresmedia y del Grupo Planeta, José Crehueras. Pero, es igual, se trata de condenar al disidente y, en cualquier caso, Barroso se juega todo su futuro: a Sánchez no le gustan los perdedores y mucho menos, los que no le facilitan su propia victoria.
Huffington Post (Jacinto Post) se convierte en el mamporrero de los migueles para golpear a sus enemigos. Ahora, le ha tocado el turno a Mauricio Casals
Y ahora está por ver si Oughourlian conseguirá, al menos, sacar adelante la ampliación de capital. Y , lo más importante: si esa ampliación de capital logra levantar un grupo en quiebra o, simplemente, prolonga la agonía durante unos meses. A Moncloa, sólo le sirve que la prolongue hasta noviembre. A partir de ahí, como si cierran El País y la cadena SER. Por cierto, las conversaciones con Berlusconi para la compra de la SER están paralizadas, pero, como repite Barroso, no abandonadas.