Ocurrió en Villava, en la madrugada del domingo, localidad pegada a Pamplona y ligeramente contaminada por la marea bilduetarra.

A los chicos, digo yo que serían chicos, aunque no lo tengo claro, no se les ocurrió otra cosa que organizar una fiesta de sábado noche, con pinchadiscos incluido, en el cementerio de la población.

El hombre rinde tributo a los restos de sus padres porque formaron, y formarán, de su ser. Por las mismas razones, el demonio se mofa de ellos

Historiadores y arqueólogos consideran que la civilización comienza cuando una sociedad comienza rendir culto a los muertos y, precisamente, se degrada y se vuelve bárbara cuando comienza a profanar cadáveres.

No olvide que los bárbaros de hoy no visten con pieles: ahora somos bárbaros tecnológicamente avanzados.

España vive en una era de profanación de cadáveres. El precedente más próximo fue la II República, cuando a los milicianos socialistas, comunistas y anarquistas, antepasados de los socio-podemitas de ahora mismo, les daba por profanar los cadáveres de sus odiados enemigos y profanar sus restos

Creo que nada define mejor la decadencia de la España de hoy que lo acaecido en Villaba, el pasado sábado día 7 de agosto. El hombre rinde tributo a los restos de sus padres porque formaron, y formarán, parte de su ser. Por las mismas razones, el demonio odia esos restos… pues siempre olvidamos que los espíritus malignos aborrecen a ese anfibio de cuerpo y espíritu llamado hombre.

España vive en una era de profanación de cadáveres. El precedente más próximo fue la II República, cuando a los milicianos socialistas, comunistas y anarquistas, antepasados de los socio-podemitas de ahora mismo, les daba por profanar los cadáveres de sus odiados enemigos y profanar sus restos. Ya sabemos cómo acabó la cosa.

Eso es algo más que una muestra de mal gusto que, encima, ¡qué horror!, se salta el protocolo sanitario contra el Covid

Lo ocurrido en la localidad navarra de Villava es mucho más que una muestra de “mal gusto”, que así se describió en una canal de TV. Encima, ¡qué horror!, el redactor destacado en el lugar de autos, aseguraba que la ‘fiestuqui’ profanadora violentó todos los protocolos sanitarios: profanaron el camposanto sin mascarilla: ¡Qué escándalo!

Eso sí, en Villava todavía no sacaron huesos de las tumbas. A lo mejor es que les daba pudor. Pero comer, rascar y profanar, todo es empezar.