El Gobierno pretende, creo, acabar con la prostitución. Digo 'creo' porque todavía no me ha quedado claro si lo que se discute en el Congreso es ilegalizar la prostitución o ilegalizar la explotación y el esclavismo sexual.
Si hablamos de esto último, oiga, estamos hablando de una tautología. además, el proxenetismo y la trata ya son ilegales.
Y es que la gran verdad que el progresismo no puede aceptar es que no son pocas las mujeres que ejercen el lenocinio porque les da la gana... como ellas mismas reconocen. Son putas, pero no son explotadas.
La mentecatez progre nos hace hablar de explotación sexual, no de prostitución, para evitar la triste verdad de que no son pocas las mujeres que ejercen el oficio porque les de la gana... como ellas mismas reconocen
En cualquier caso, la prostitución hay que prohibirla porque es una aberración: punto y final. ¿Aunque no se consiga erradicarla? Aun así. ¿O acaso hemos conseguido erradicar el homicidio o el robo? ¿Y por eso llegamos a ilegalizar el hurto y el asesinato?
Ilegalicemos la prostitución y ayudemos a las mujeres que realmente desean salir de ese infierno. Pero aquí, el único malo no es el proxeneta sino el cliente... que también. Tal como hablan, pletóricos de entusiasmo, algunos políticos y algunas feministas, que claman contra la persecución del cliente mientras alaban a las coimas como víctimas, uno diría que lo que pretenden no es acabar con tan repugnante negocio sino con la prostitución gratuita, también conocida como amor libre.
Tal como hablan, pletóricos de entusiasmo, algunos políticos y algunas feministas, que claman contra la persecución del cliente mientras alaban a las coimas como víctimas, uno diría que lo que pretenden no es acabar con tan repugnante negocio sino con la prostitución gratuita, también conocida como amor libre
Por otro lado, hay una idea que subyace al fondo de todo esto: la de que si suprimimos el pudor y la pureza, así como la separación entre amor, procreación y sexo, dos elementos inequívocamente progresistas, la trata se hará innecesaria. Pero, queridísimos necios, ¿no os dais cuenta de que la pureza es lo único que puede acabar con la prostitución?