En Reino Unido, el pasado lunes 29 de julio, en la localidad de Southport, al norte de Liverpool, un individuo de 17 años mató a puñaladas a tres niñas pequeñas (6, 7 y 9 años) que se encontraban en un taller infantil de baile e hirió a otras seis que se encuentran en estado crítico, como adelantó Hispanidad.

Relacionado

La Policía de Southport informó ayer -domingo 4- de que un joven de 17 años originario de Cardiff (Gales) pero nacido en Gales de padres ruandeses, de nombre Axel Rudakubana, fue arrestado como sospechoso de «homicidio y homicidio intencionado» y descartó un móvil terrorista en el suceso.

Aquí Axel Rudakubana:

Las redes sociales difundieron que el atacante era un musulmán, aunque no hay confirmación oficial de que lo fuera. Eso sí, en un primer momento, las autoridades ocultaron su origen ruandés, lo que provocó la indignación de la población. Es más, la propaganda oficial no duda en calificar todos los disturbios de "odio de extrema derecha".

Porque desde que se conoció la noticia se ha producido una reacción violenta en Reino Unido contra la inmigración ilegal.

Por ejemplo, en ciudades como Sunderland o Southport, Middlesbrough, Rotherham o Tamworth, con ataques a hoteles que albergan a inmigrantes y a solicitantes de asilo, a mezquitas y negocios musulmanes, a la policía y a edificios y vehículos. Se han producido más de 170 detenciones y este lunes el Gobierno de Keir Starmer ha convocado una reunión de urgencia para poner fin a la situación.

La ministra británica de Interior, Yvette Cooper, ha publicado un mensaje en X denunciando quienes recurren a la violencia "no representan al Reino Unido". "Los delincuentes que atacan a la policía y avivan el desorden en nuestras calles pagarán el precio de su violencia y matonismo".

Sin embargo, las protestas han dejado imágenes icónicas, como esta:

Mientras, el humorista Leo Kearse desata la polémica en la televisión inglesa: "La gente está furiosa de verdad. Temen por sus hijos, los niños en Reino Unido no están seguros".