Fueron Adam Smith-Connor, Isabel Vaughan-Spruce y el sacerdote Sean Gough.
Pues bien: los dos últimos -Vaughan-Spruce y Sean Gough- han sido absueltos de todos los cargos por el Tribunal de Magistrados de Birmingham (Inglaterra), recoge Aciprensa.
Se da la circunstancia de que próximamente el legislativo del Reino Unido debatirá un proyecto de ley de Orden Público que criminalizaría cualquier forma de “influencia” fuera de las clínicas abortistas, lo que incluiría la oración, con una posible sentencia de prisión de hasta dos años.
El abogado de ambos, Jeremiah Igunnubole, integrante del grupo de defensa legal cristiano ADF UK, declaró el jueves que “el caso judicial de hoy tiene una gran importancia cultural”. “Esto no es 1984, sino 2023: nadie debe ser criminalizado por sus pensamientos, por sus oraciones, por expresarse de forma pacífica en la vía pública”. Recordó que “la libertad de pensamiento, oración, ofertas de ayuda y conversación pacífica no son ilegales en el Reino Unido”. “Hacemos un llamado al Parlamento para que rechace la creación de más zonas de censura a través de una legislación de orden público vagamente redactada”.
Hacemos un llamado al Parlamento para que rechace la creación de más zonas de censura a través de una legislación de orden público vagamente redactada
La provida Vaughan-Spruce dijo a los medios que si bien siente alegría por el resultado, considera que nunca debió ser arrestada por sus pensamientos o ser tratada como una criminal “por orar en silencio en la vía pública”. “Mantengámonos firmes contra esto y busquemos garantizar que estas libertades fundamentales estén protegidas y que todas nuestras leyes lo reflejen”.
En el caso del P. Sean Gough, presentaron cargos en su contra por “intimidar a los usuarios del servicio” al rezar dentro de una zona de censura (buffer zone). El P. Gough declaró que le complace haber “limpiado su nombre” y que mantendría su postura de que las “vidas no nacidas sí importan”. “Sean cuales sean sus puntos de vista sobre el aborto, todos podemos estar de acuerdo en que un país democrático no puede estar en el negocio de enjuiciar los delitos de pensamiento”. “Hago un llamado al gobierno para que analice el trabajo positivo que realizan los grupos provida para apoyar a mujeres vulnerables, antes de censurar las calles del Reino Unido y permitir que las buenas personas sean criminalizadas por actos de amor”.