Sentencia histórica en Reino Unido. Empecemos por el principio: en marzo de 2024, el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra decidió que los bloqueadores de la pubertad ya no serían un tratamiento de rutina para menores con disforia de género y sólo se permitirían en ensayos clínicos del Servicio Nacional de Salud.
En mayo, tras la revisión y el informe Cass, el gobierno endureció la norma y prohibió el uso de los bloqueadores en menores por un trámite de urgencia. Los bloqueadores de la pubertad quedaban disponibles para menores de 18 años con disforia de género sólo en los casos en los que ya se estuvieran tomando.
La prohibición fue recurrida por activistas, y ahora el Tribunal Superior de Reino Unido dictamina que la norma es completamente legal y permite que la legislación prohíba el uso de los bloqueadores en menores.
La prohibición de los bloqueadores de la pubertad introducida por el gobierno conservador mediante una legislación de emergencia es legal, ha dictaminado el Tribunal Superior de Reino Unido. Las acciones legales del transactivismo han caído en saco roto.https://t.co/GK2isG1dNA
— Contra El Borrado de las Mujeres (@ContraBorrado) July 29, 2024
En Reino Unido, donde empezaron antes que en España con la locura trans, se dieron cuenta de la barbaridad y las consecuencias de lo que habían hecho, y recularon, como muchos otros países. Pero a diferencia de nuestro país, el tema no es una cuestión política, es más, la anterior ministra de Salud era conservadora, y tras conocerse el fallo, el actual ministro de Salud, el laborista Wes Streeting, ha declarado que acoge con satisfacción el fallo del tribunal y agregó que la atención médica de los niños debe estar "basada en la evidencia".
"La revisión de la Dra. Cass concluyó que no había pruebas suficientes de que los bloqueadores de la pubertad fueran seguros y eficaces para los niños con disforia e incongruencia de género. Por lo tanto, debemos actuar con cautela y cuidado cuando se trata de este grupo vulnerable de jóvenes".
Otra diferencia es que en Reino Unido la justicia ha dado la razón a la prohibición, en España está en manos del Constitucional de Conde-Pumpido, que ya ha suspendido de manera cautelar la reforma de la Ley Trans de Ayuso.
Mientras, a los menores españoles se les sigue administrando tratamientos sin evidencias científicas y sin control. Nos arrepentiremos, no lo decimos nosotros, sino la experiencia de los que han recorrido este camino antes.