La psiquiatra infantil Caroline Eliacheff lo advirtió cuando en España se iba a aprobar la ley trans: se están usando métodos que otros países han prohibido "tras observar sus resultados perniciosos e irreversibles".
Eliacheff alertaba de que en España se están usando métodos prohibidos en otros países: "Durante los últimos 30 años, si un menor quería cambiar de sexo se le aplicaba el denominado protocolo neerlandés: bloqueadores de pubertad y hormonas cruzadas. Pero tras observar sus resultados perniciosos e irreversibles está prohibido en Finlandia, Noruega, el Reino Unido y estados norteamericanos", a los que habría que sumar Bulgaria y Suecia.
Razón no le faltaba, y ahora la ministra británica de Igualdad, Negocios y Comercio, Kemi Badenoch, ha anunciado en la Cámara de los Comunes su intención de evitar que el profesorado y la dirección de los centros educativos favorezcan que los niños con disforia de género u homosexuales comiencen un "irreversible" cambio de sexo.
"Estamos viendo, diría yo, casi una epidemia de niños gais a los que les dicen que son trans y les embarcan en una ruta médica de decisiones irreversibles, que luego lamentan".
Self-ID and social transition add up to a very dangerous ideology that can have terrible effects on young LGB children, who are being put on a medical pathway to irreversible physical changes.
— Kemi Badenoch (@KemiBadenoch) December 6, 2023
We are not going to run away from this issue. We will sort it. pic.twitter.com/bYYoSAwySy
Y es que el Ejecutivo británico está preparando una guía escolar para garantizar que se cuente con la opinión de los padres, además de otras medidas que protejan al menor y que no favorezcan la "transición social", ya que "no es un acto neutral" e implica "efectos formativos en el futuro desarrollo del niño". Además, la normativa se opondrá a que en los colegios se permita que los alumnos adopten un pronombre distinto al de su sexo de nacimiento.
Así, sólo se admitiría la cirugía en los casos más extremos y siempre con aval clínico, ya que a ojos de Badenoch, el "contagio social" está destrás de esta "epidemia".
Reino Unido da un paso más para ser cautos con un tema tan importante y con consecuencias tan irreversibles como es el cambio de sexo. Irene Montero, ya sin ministerio, se queda más sola, aún…en sus teorías y decisiones.