Este fin de semana ha tenido lugar el examen MIR, una prueba de evaluación para acceder a la formación de especialistas médicos en España. Consiste en la evaluación, principalmente, de conocimientos mediante un cuestionario objetivo de múltiples respuestas que tiene como fin obtener una puntuación prioritaria para elegir especialidad y hospital. Dicho examen es conocido por su dificultad y por la dureza de su preparación, siendo considerada una de las oposiciones con mayor competencia y nivel de conocimientos.
Sin embargo, a decir de algunos alumnos que se han examinado, la prueba de este año ha sido ridícula, con un nivel correspondiente a primero de carrera. O sea, un nivel bajo, que ha desanimado a los aspirantes mejor preparados, algunos de los cuales salieron ostensiblemente cabreados y otros llorando... de rabia. ¿Para eso se habían preparado durante largas y duras jornadas de estudio?
Serán cosas del Gobierno social-comunista, al que le gusta igualar a todo el mundo... por abajo.