A través del Club de la Rosa, un espacio de encuentro y apoyo, jóvenes madres embarazadas encuentran herramientas para afrontar los desafíos de la maternidad adolescente y fortalecer su bienestar emocional. El acoso escolarel abuso, la violencia y los juicios sociales son problemas a los que se enfrentan muchas de ellas, a las que en ocasiones, como alternativa sólo se les ofrece la del aborto. Recordemos, por poner sólo un ejemplo, las actuaciones sobre "salud sexual y reproductiva", es decir, de promoción del aborto, de la Junta de Andalucía... gobernada por el PP.

Actuaciones de especial seguimiento en la adolescencia sobre la promoción de conductas saludables en relación con la sexualidadevitando embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, así como actuaciones de atención específica a personas transexuales en la infancia y adolescencia. Además, incluye actuaciones del área de atención a la comunidad donde se encuentran la educación y promoción de la salud en centros educativos, siendo una de sus áreas fundamentales de desarrollo la sexualidad y relaciones afectivas, que comprende la promoción de las relaciones sanas, seguras, satisfactorias y en igualdad, eliminando comportamientos sexistas y previniendo embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual.

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Pues bien, Fundación Madrina trabaja para garantizar el bienestar de las madres y los niños más vulnerables, especialmente durante el embarazo y la primera infancia. "A través de nuestro programa “Siempre a tu lado” de Madrinas Voluntarias, ofrecemos un acompañamiento personalizado que combina el apoyo emocional con la información y los recursos necesarios para superar los desafíos de la maternidad adolescente", señala en un comunicado.

Gracias a la labor de esas Madrinas y a los diversos programas que ofrece la Fundación se ha logrado prevenir el suicidio y mejorar la calidad de vida de muchas familias.

El Club de la Rosa de Fundación Madrina, ofrece un entorno seguro donde las madres adolescentes pueden compartir sus experiencias, miedos y preocupaciones sin ser juzgadas. A través de actividades como talleres de inteligencia emocional, grupos de discusión y encuentros entre pares, estas jóvenes aprenden a gestionar emociones, a establecer relaciones saludables y a construir redes de apoyo.