El Gobierno social-comunista suele presumir de que la sanidad pública española es de las mejores del mundo. Sin embargo, algunos datos aparecidos últimamente son preocupantes para la sanidad española.

Por ejemplo, según el informe de la Fundación IDIS 'Sanidad privada, aportando valor', la sanidad privada cuenta ya con 11,5 millones de españoles asegurados entre asistencia sanitaria, mutualismo administrativo y reembolso de gastos, una cifra que constituye el récord de los últimos años.

Fundación IDIS estima que el sector privado le supone al público un ahorro anual de entre 5.679 y 15.628 millones de euros, ya que cada paciente de la privada ahorra entre 580 y 1.597 euros a la pública.

"El gasto sanitario privado supone el 29,4% del gasto sanitario total y el dato ha ido creciendo alcanzando los 33.398 millones de euros, lo que supone el 2,7% del PIB. Esto, sumado al 0,66% correspondiente al gasto sanitario público dedicado a atención sanitaria en centros de titularidad privada (modelos de colaboración privada-pública, conciertos, concesiones y mutualismo administrativo), suma un total del 3,36% del PIB", afirmó Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, que lo tuvo claro: "El sistema sanitario español necesita a la sanidad privada para ser sostenible”.

Si funcionase tan bien la sanidad pública, que es gratuita, ¿habría tantos pacientes que se pagasen un seguro privado?

Quizá la respuesta esté en este otro dato: y es que el pasado 31 de diciembre, en plena sexta ola de la pandemia, España registró el récord histórico de pacientes en espera de una operación. En concreto, 706.740 enfermos aguardaban una intervención quirúrgica, 45.578 más que en junio de 2021 y 56.861 más que un año antes. La cifra supera además en 1.743 el anterior peor registro histórico, que databa de diciembre de 2019, justo antes de que se iniciara la crisis del coronavirus, cuando 704.997 pacientes estaban pendientes de pasar por el quirófano. Del total de pacientes en espera, 141.348 –un 20,3%– lo hacía más de seis meses, informó La Razón.

En el conjunto del país y de todos los procesos médicos, los enfermos se ven obligados a aguardar una media de 123 días para operarse, frente a los 121 días de junio de 2021. La peor cifra de este particular apartado data de junio de 2020, cuando ya había concluido la primera ola de la pandemia. En ese mes, la demora media para una intervención quirúrgica llegó a alcanzar los 170 días, tras haberse suspendido las operaciones programadas no urgentes en la mayor parte del país para atender a los enfermos de covid que llegaban a los hospitales.

La sanidad pública en España tiene problemas…