El etiope Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un tipo peligroso. Bueno, y además de peligroso, un miserable de mucho cuidado. El hombre indicado para los designios del Nuevo Orden Mundial (NOM).
Deberíamos meternos en la cabeza que las tiranías del futuro próximo llegarán por dos vías: serán globales y serán Sí, intentarán abarcar al conjunto de la humanidad y, al mismo tiempo, los tiranos asegurarán que todo lo hacen en nombre de nuestra salud y de nuestra seguridad… y eso justificará cualquier abuso.
Hay que cesar a este personaje y evitar que la OMS se convierta, tal y como ya se pretende en Naciones Unidas, en un gobierno mundial de la Salud, con poderes para cerrar fronteras, confinar a quien le venga en gana o convertirnos a todos en conejillos de indias de experimentos médicos.
Sólo Trump lo intentó pero hay que conseguir que alguien tome el relevo. Hay que cesar a Tedros Adhanom, perseguido por crímenes de guerra en Eritrea y ahora convertido en nuestro salvador. Él es el instrumento para la nueva tiranía sanitaria global. Desde que el Covid se fue, el etíope lleva amenazando a la humanidad con un nuevo virus, aún más letal que el chino. Al parecer, aún no lo han fabricado.