Llevamos una última semana del año un tanto apretada, por las bromas del calendario. El día 26 festejamos al protomartir, San Esteban, al que los judíos apedrearon porque... no les gustaba lo que decía, eso de que convirtiera a un crucificado en Dios: les caía gordo.
A lo mejor en unas semanas vemos a 'los Migueles' y a Jaume Roures predicando la buena nueva por las calles de Madrid y Barcelona. Yo eso no me lo pierdo
El Nazareno resucitó al estilo de Dios, como Él hace las cosas, sin violentar la libertad del hombre, sin alharacas, porque las manifestaciones de Dios destrozan el libre albedrío del hombre y Dios es muy empecinado: se empeña en que el hombre le quiera porque antes ha podido elegir odiarle. Además, no le gustan los milagros.
Así que los judíos decidieron hacer como los lectores de El País desde que Oughourlian es presidente de PRISA y Miguel 'Cubanino' Barroso manda en la casa: olvidarse de los hechos, especialmente de los más obvios, y decidir que la verdad es lo que cuenta la prensa rigurosa.
Los mártires, estilo San Esteban eran tipos sensatos: preferían morir antes que ofender a quien les había dado la vida y podía no habérsela dado. Y también es de destacar que los lapidadores dejaron sus mantos -apedrear al molesto exige su buena dosis de sudor- delante de un joven llamado Saulo.
El Nazareno resucitó al estilo de Dios, como Él hace las cosas, sin violentar la libertad del hombre, sin alharacas, porque las manifestaciones de Dios destrozan el libre albedrío del hombre
No se extrañen: a lo mejor en unas semanas vemos a 'los Migueles' y a Jaume Roures predicando la buena nueva por las calles de Madrid y Barcelona. Yo no pierdo la esperanza.
El 28 celebramos la Festividad de los Santos Inocentes, signo de contradicción, porque, en este caso, el martirio no fue asumido libremente, eran bebés, sólo fue padecido. Pero al Padre Eterno le es igual: premia tanto el sacrificio asumido como el sacrificio sufrido, porque el mundo no es como lo ve el hombre, sino como lo ve Dios y porque más allá de la muerte al fin "conoceremos como somos conocidos".
Sólida ganancia, dado que ya saben que el mejor negocio que podemos hacer es comprarnos por lo que valemos y vendernos por lo que creemos que valemos. Un chollo, oiga.
El viernes 30 le tocó el turno a la Sagrada Familia, es decir, a la familia, que constituye una "célula de resistencia a la opresión". La definición es, cómo no, de Chesterton, al que molestaba un montón que le llamaran el rey de la paradoja, dado que aseguraba que él no decía paradojas sino obviedades. Y así es: la familia es realmente una célula de resistencia a la opresión porque es el único colectivo donde al individuo no se le considera según lo que aporta sino según lo que es, o, aún mejor, por el simple hecho de ser. De puertas afuera del hogar, todo es contraprestación pura y dura. Dentro, el hombre goza de la libertad ilimitada de quien no está allí por derecho sino por ser querido.
En efecto, una célula de resistencia a la opresión. Ergo, cualquier intento de violentarla supone un peligro cierto del liberticidio.
Dios es muy empecinado: se empeña en que el hombre le quiera porque antes ha podido elegir odiarle. Además, no le gustan los milagros
Una familia -natural o tradicional, como quieran llamarla- es un varón, una mujer y su prole. Eso, y no otra cosa, es familia tradicional, porque siempre ha sido así, en toda las culturas y civilizaciones, en el tiempo y en el espacio, y porque la llamada familia tradicional es la familia natural.
Día 1 de enero: María, Madre de Dios y Jornada de la Paz. Antes de que el Concilio de Éfeso lo oficializara como dogma, los cristianos ya rezaban a María como madre del Redentor, porque -más obviedades- era la madre de Cristo y si Cristo era Dios, María era Madre de Dios. Lo obvio: la gente con sentido común, siempre ha ido por delante de teólogos, filósofos y científicos, y sólo un paso por detrás de los poetas.
Otra vez la obviedad, el gran problema de la sociedad moderna es que no acepta la evidencia. Bueno sí, acepta lo que llama la evidencia científica pero ya saben: si es evidente no necesita de ciencia alguna y si es científico es porque no es evidente y necesita demostración.
Una semana completa.