La Asociación Médica Católica (CMA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha publicado un nuevo informe titulado The Ideology of Gender Harms Children (La Ideología de género daña a los niños) en el marco de su 92ª Conferencia anual, realizada en Phoenix, estado de Arizona (EEUU).
Recordemos: La ideología de género, promovida por diversos gobiernos y organismos internacionales en la legislación y en la educación de niños y jóvenes, es una ideología que defiende que el sexo no es una realidad biológica sino una construcción sociocultural. Es decir, la ideología de género trata de imponer que cada uno puede elegir su sexo con independencia de su biología. Es una de las obsesiones del Nuevo Orden Mundial y busca implantarla en todo el mundo. Todo lo cual atenta contra la ley natural, pues todo el mundo sabe con la sola razón que se nace hombre o mujer y nadie nos pidió permiso para ello, como tampoco para nacer.
Pues bien. ¿Qué dice el informe de la CMA?
Estos son algunos párrafos, en los que pone de manifiesto el peligro de los tratamientos para cambiar de sexo: sobran las palabras.
“La disforia de género (DG) es una condición psicológica en la que el individuo siente una incongruencia entre el género que experimenta y su sexo biológico. Esta condición se asocia con distintos niveles de ansiedad e infelicidad”.
“El llamado ‘tratamiento’ para la DG en Estados Unidos incluye la afirmación de la confusión del niño, el bloqueo químico de la pubertad, hormonas cruzadas de por vida (testosterona para las niñas y estrógeno para los niños) y cirugías mutilantes”.
“El protocolo consiste en afirmar la confusión del niño mediante el uso de cambios de nombre y pronombre y facilitar la suplantación del sexo opuesto desde los 3-4 años. Luego, la pubertad se suprime con análogos de la GnRH (hormona liberadora de gonadotropina) entre los 10 y 11 años. Las hormonas que bloquean la pubertad “detienen el crecimiento óseo, disminuyen la densidad ósea, previenen la organización dependiente de los esteroides sexuales y la maduración del cerebro adolescente e inhiben la fertilidad” (American College of Pediatricians, 2018).
Las hormonas que bloquean la pubertad “detienen el crecimiento óseo, disminuyen la densidad ósea, previenen la organización dependiente de los esteroides sexuales y la maduración del cerebro adolescente e inhiben la fertilidad” (American College of Pediatricians, 2018)
“Recientemente, la FDA advirtió sobre el uso de bloqueadores hormonales de la pubertad debido a varios casos de pseudotumor cerebral (FDA, 2022). Los efectos patológicos de los bloqueadores de la pubertad no se revierten fácilmente. El efecto psicológico nocivo de no llegar a la adolescencia junto con sus compañeros no es reversible”.
“En 2018, la AAP en un comunicado del Comité de Bioética reconoció que la investigación sobre los efectos a largo plazo de los bloqueadores de la pubertad en los niños es limitada”.
“Sin embargo, Gran Bretaña, Suecia, Finlandia, Francia y Dinamarca han suspendido recientemente el uso de fármacos bloqueadores de la pubertad en niños con DG (Lawless 2023; Nainggolan 2021; Smith 2021; Smith, 2022 y SEGM). Los investigadores de estos países plantearon la cuestión de que el protocolo de tratamiento podría estar impulsado por ideologías y no basado en evidencia. Se observó que a los niños se les diagnosticaba DG con poca supervisión psicológica clínica y se los colocaba rápidamente en el protocolo de reasignación de sexo. Este protocolo muchas veces se pone en marcha por la demanda e insistencia de los niños y sus padres. La mayoría de los niños que se someten a supresión de la pubertad pasan a hormonas cruzadas y cirugías mutilantes”.
“Las hormonas cruzadas están asociadas con riesgos peligrosos para la salud. La administración de estrógenos a los niños los pondrá en riesgo de desarrollar tromboembolismo, lípidos elevados, hipertensión, disminución de la tolerancia a la glucosa, enfermedades cardiovasculares, obesidad y cáncer de mama. Las niñas que reciben altas dosis de testosterona correrán el riesgo de desarrollar lípidos elevados, resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares, obesidad, policitemia y efectos desconocidos en los tejidos mamarios, endometriales y ováricos (American College of Pediatricians, 2018). Los niños prepúberes que reciben hormonas bloqueadoras de la pubertad seguidas de hormonas del sexo opuesto corren el riesgo de esterilizarse permanentemente”.
“Las cirugías mutilantes para niñas incluyen mastectomía bilateral, histerectomía y extirpación de los ovarios. A niñas de tan solo 14 años se les han extirpado senos completamente sanos (Rowe, 2016). A las niñas se les puede extraer piel de otra parte del cuerpo para unirla a la pelvis y simular un pene. La cirugía genital para hombres incluye la extirpación de los testículos, la disección del pene y su inversión en una herida pélvica (Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos)”.
La cirugía genital para hombres incluye la extirpación de los testículos, la disección del pene y su inversión en una herida pélvica (Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos)
“La afirmación de que los niños con confusión sexual se suicidarán si no se les afirma rápidamente y se les encamina hacia la reasignación de sexo no está respaldada científicamente. Los niños sexualmente confundidos frecuentemente muestran comorbilidades psiquiátricas significativas; la incidencia de tendencias suicidas en este grupo corresponde a las comorbilidades psiquiátricas que muestran estos niños. La evidencia científica sugiere que las intervenciones transgénero no reducen el riesgo de suicidio. De hecho, los bloqueadores de la pubertad están asociados con la depresión y otros trastornos emocionales relacionados con el suicidio. Además, los datos respaldan que, a largo plazo, la transición puede incluso exacerbar la angustia psicológica que podría conducir al suicidio (Robbins & Broyles).
“¿Se alivia la ansiedad y el sufrimiento que presentan las personas con DG con la reasignación de sexo? Las encuestas muestran que los adultos transgénero expresan una sensación inicial de alivio y satisfacción después del uso de hormonas cruzadas y la cirugía de reasignación de sexo. En Suecia se practican desde hace muchos años operaciones químicas de cambio de sexo y cirugías. Un estudio de seguimiento de treinta años de 324 adultos reasignados de sexo encontró “tasas sustancialmente más altas de mortalidad general, muerte por enfermedades cardiovasculares y suicidio, intentos de suicidio y hospitalizaciones psiquiátricas en transexuales posquirúrgicos en comparación con una población de control sana” (Dhejne, et al., 2011)”.
“Está surgiendo evidencia de arrepentimiento por parte de los llamados de-transicionistas, que se han sometido a procedimientos de reasignación de sexo cuando eran niños o adolescentes. Estos individuos afirman que fueron obligados a realizar una reasignación de sexo cuando eran más vulnerables e inmaduros, y cuando no estaban informados de las consecuencias. Algunos están iniciando demandas contra los médicos y las organizaciones médicas que realizaron tales intervenciones (Foro de Mujeres Independientes)”.
“Los niños son víctimas de este experimento inquietante e irresponsable, en el que adultos descarriados imponen una ideología confusa a los más inocentes y vulnerables. Los niños no pueden dar su consentimiento legalmente; no tienen la madurez ni la experiencia de vida para tomar decisiones que los afectarán permanentemente por el resto de sus vidas. Un padre que convence a su hijo de que nació en el cuerpo equivocado está cometiendo un grave error”.
“Promover la reasignación de sexo a través de la educación pública y políticas legales dañará aún más a los niños y confundirá a los padres”.
“La Asociación Médica Católica hace un llamado a las organizaciones médicas que promueven la práctica de reasignación de sexo de niños con DG a revertir su decisión. Estas organizaciones deberían considerar el daño físico y psicológico profundamente dañino a largo plazo que les espera a estos niños a medida que crecen hasta la edad adulta”.
“La DG es un trastorno psiquiátrico que debe ser tratado por un especialista en salud mental con la cooperación de padres amorosos. La práctica de la reasignación de sexo como tratamiento de elección para niños que muestran confusión con su sexualidad no es éticamente permisible y debe suspenderse”.
“Además, los médicos y otros profesionales de la salud de conciencia, que deseen promover el mejor interés de sus pacientes, deben tener libertad para hacerlo sin políticas que amenacen su capacidad para practicar la medicina (Asociación Médica Católica, 2021). Como ocurre con todos los conflictos en la ética médica, la conciencia de un médico, iluminada por la enseñanza católica sobre el carácter sagrado de la vida humana y la dignidad de las personas humanas, nunca debe verse obligada a violar el juicio médico y moral del médico en el cuidado de un paciente”.