A las incidencias por retrasos, paradas en túneles, aglomeraciones, etc se suma ahora la denuncia en X de un usuario de Cercanías que denuncia en su red social la falta de accesibilidad que sufrió en la catalana estación de Sant Vicenç de Calders. 

Carlos Correa, que utiliza una silla de ruedas para desplazarse, nada más bajar del tren se encontró con el ascensor de la estación fuera de servicio, una situación que dura ya más de un mes. 

Correa, se arrastró con la ayuda de sus brazos y de algunas personas que lo asistieron para poder subir las escaleras.
Todo ello después de viajar en un tren que no estaba adaptado.

Pero además, en las estaciones de Cercanías, en este caso de Cataluña, hay que hablar de viajeros a la espera del próximo tren, debido a los retrasos, en algunos casos de más de seis horas. 

Y, una vez, más se repite el efecto 'bola de nieve' al que se refería el ministro de Transportes, Óscar Puente: la culpa de las incidencias la tienen los pasajeros que se bajan de los trenes -después de que estos se queden parados y los usuarios no puedan llegar a sus destinos- obligando a detener todas las entradas en las estaciones-.

Y mientras todo esto sigue ocurriendo, el presidente Sánchez, impasible el ademán, presenta, junto al ministro Puente, la campaña ‘Transporte público, ¿lo pillas?’ y habla de la “evidencia científica” de que “es más rápido, más sostenible y se gana tiempo para leer, escuchar pódcast...”.

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