Irene Montero y sus compis de ministerio siguen sin rectificar, pese a que cada día aumenta el número de agresores sexaules beneficiados por la norma: hay que "proteger el corazón del Sólo sí es sí". Todos tienen la culpa menos ellas, que han elaborado la ley. Se escudan en el consentimiento, y es que el corazón de la ley es el libre consentimiento de la mujer para mantener relaciones sexuales: como si alguna ley hubiera puesto en duda la libertad de la mujer para mantener relaciones sexuales.
Pero como no les queda muy claro a las 'amigas de la facul', ha sido un tuitero el que ha tenido que explicárselo a Pam de una manera sencilla, a ver si así...
Que no, Pam, que no es así.
— LadyCrocs (@ladycrocs) February 8, 2023
Ausencia de violencia no es consentimiento: si te birlan el bolso colgado de la silla no hay violencia, y tampoco consentimiento. Por eso es hurto y no robo.
¿O es que si te birlan el bolso sin darte cuenta es que estás consintiendo que te lo quiten? https://t.co/qAWtk2tdJg
Y es que el consentimiento nunca se ha puesto en duda, al igual que si "te birlan el bolso", el hecho es el hecho. Antes de entrar en vigor la Ley 'sólo sí es sí' se diferenciaba entre abuso y agresión sexual, pero la principal diferencia no tenía nada que ver con el consentimiento, sino que era el uso de violencia o intimidación lo que inclinaba el hecho para un tipo de delito u otro, lo mismo pasa entre hurto y robo. E insistimos, nada tiene que ver que dejes que el ladrón se lleve tu bolso.
Con la nueva ley chapucera no existe el delito de abuso sexual en el Código Penal, sino que cualquier acto que atente contra la libertad o indemnidad sexual es constitutivo de un delito de agresión sexual.