Funcas advierte: "el número de niños de 0 a 4 años en España cayó en medio millón entre 2014 y 2023". En porcentaje de población, el grupo de menores de cinco años se redujo del 5% al 3,7% durante esa década. Y continúa: "Los niños son cada vez menos frecuentes en la mayoría de los países europeos. Entre 2014 y 2023, la proporción de niños de 0 a 4 años en la Unión Europea (UE-27) sobre la población total bajó del 5% al 4,6%. El descenso fue especialmente acusado en España donde, durante el mismo periodo, cayó del 5% (2,3 millones) hasta el 3,7% en 2023 (1,8 millones), el segundo más bajo de la UE".
Por Comunidades Autónomas, la proporción de menores de cinco años en Asturias, Galicia, Castilla y León, Canarias y Cantabria se sitúa por debajo del 3%, mientras que en Andalucía, Baleares y Murcia alcanza o supera el 3,8%.
Desde Funcas señalan que más allá de las preocupaciones habituales que suelen conllevar estos datos -envejecimiento de la población, escasez de mano de obra o sostenibilidad de los sistemas de bienestar- estamos ante otro fenómeno: la menor presencia e influencia de los niños en la sociedad.
La magnitud de este cambio en España se aprecia mejor echando la vista atrás: en 1962, casi uno de cada diez residentes en España tenía menos de cinco años. Aunque esta cifra ya comenzó su descenso en las décadas de 1960 y 1970, este se aceleró significativamente durante los 80 y los 90. A principios de siglo, la presencia de niños pequeños repuntó, hasta un máximo del 5,4% en 2009. Sin embargo, con la crisis financiera la tendencia positiva se rompió y las tasas de fecundidad volvieron a caer. Desde 2012, el porcentaje de niños pequeños en la población española no ha dejado de descender.
"La escasez de niños en las familias reduce las oportunidades de los adultos de interactuar con ellos, pero también las ocasiones en que los niños pueden relacionarse con familiares de edad similar, como hermanos y primos". Y es que, según datos del censo español de 2021, el 39% de los niños de 0 a 4 años no tenía hermanos. "Previsiblemente, todo ello tiene implicaciones sobre cómo los niños desarrollan sus actitudes y comportamientos en casa y fuera del hogar".
Insistimos una vez más, urge aprobar el salario maternal: es de justicia y ahora de emergencia. Recuerden, en nada más y nada menos que 22 años, en un país que no sabe cómo pagar sus pensiones, en el que nacen menos de 300.000 niños al año, en el que hay más fallecimientos que nacimientos y el cual es líder de paro del mundo mundial, solo ha habido un avance en este tipo de políticas. Los sucesivos gobiernos sólo han sido capaces de hacer un cambio en las prestaciones de ayuda a la maternidad: pasar de 100 euros para madres trabajadoras a 100 euros para madres que trabajen y que no trabajen.
¿El problema? Ya lo confirmó Bustinduy a Hispanidad, han hecho los cálculos: un salario maternal en esas condiciones saldría en España por 12.000 millones de euros, es decir, sería muy caro. Aunque claro, es menos que un sólo pago de las 14 mensualidades que nos cuestan las pensiones contributivas, que ya superan los 12.700 millones de euros. Este es el modelo español: pagar paro y pensiones, y dar de lado a la mujer-madre, mejor vender el feminismo.