En abril de 2021 Abu S., de origen guineano, estaba detenido en los calabozos del complejo policial de Zapadores, en Valencia. Según Levante fue en ese lugar donde estuvo a punto de matar de una brutal paliza a una agente de la Policía Nacional. En el transcurso del juicio el acusado ha alegado que actuó en legítima defensa. “Todo son mentiras”, ha manifestado después de negarse a llegar a un acuerdo de conformidad por lo que hubiera visto considerablemente rebajada la pena de quince años y medio de prisión, a los que se enfrenta, a solo seis.

Pese a que en las imágenes grabadas en los calabozos de la ICG de València se aprecia claramente la brutalidad del ataque a la agente de policía, Abu S., ha tratado de justificar su acción diciendo que él estaba durmiendo y ha acusado a la víctima de haberle propinado unas patadas previas, a las que según él ni siquiera respondió. El acusado, que precisamente estaba detenido por otro delito de lesiones por romperle la mandíbula a otra persona, alega que en un momento dado “pensé que mi vida corría peligro” y simplemente “me defendí”. Y, al parecer, su forma de defenderse fue arremeter a golpes contra la policía que entró sola en la celda para ver si se había calmado tras protagonizar el detenido instantes antes otro incidente en el que la insultó y profirió expresiones despectivas contra ella por ser mujer y policía“Si te cojo en la calle te follo bien, policía de mierda, a mí en la calle me pagan por follar mujeres como tú, me cago en vuestra raza policía de mierda”, son algunos de los improperios que realizó a su víctima, y por los cuales la fiscal contempla la agravante de discriminación por razones de género.