Con el pucherazo venezolano de Nicolás Maduro la diplomacia española ha logrado batir todas las marcas: ha quedado en ridículo ante el Gobierno bolivariano, ante los exilados venezolanos en España, ante la oposición que sufre en Venezuela, ante los españoles...
La verdad es que la propaganda sanchista en España presenta como rutilantes éxitos lo que son rotundos fracasos pero en cuanto traspasa nuestra fronteras, se ve enseguida que el Emperador va desnudo.
El Gobierno repite que Edmundo González ha emitido un comunicado en el que asegura que Moncloa no le presionó. Hombre, sólo faltaba
Pero me temo que la desgracia es más profunda. Edmundo González ha gastado todo su crédito, ahora queda Corina Machado, esa valiente que se está enfrentando sin armas al gran dictador. Es duro decir esto pero un personaje que, ante amenazas, firma la gran mentira de que Maduro ha ganado la elecciones con tal de exiliarse en España, que luego da las gracias a humanitario Sánchez, que luego congenia con Feijóo y el dice que salió por amenazas, que luego emite un comunicado para asegurar que nadie del Ejecutivo Sánchez le amenazó... no puede aspirar a ser el más popular.
En el entretanto, PSOE y PP, a lo suyo. Feijóo yerra hasta cuando acierta, y en lugar de acusar al Ejecutivo de ser cómplice en el chantaje miserable de Delcy Rodríguez a Edmundo González en la misma misma embajada de España en Caracas, le acusa de presionar, el propio Gobierno Sánchez, a don Edmundo, Pero, hombre don Alberto, ¿para qué iba a hacerlo?
Mientras, Maduro se burla de Edmundo y de España: asegura que le suplicó clemencia y encima pide la ruptura de relaciones diplomáticas con Madrid
Por las mismas, el aún más vergonzoso 'gelatina' Albares, tan cómplice del chavismo como Zapatero, exige al PP que pida perdón mientras se niega a reconocer a González como presidente. Este es el patio de colegio donde se pegan PSOE y PP.
Y así, el Gobierno repite que Edmundo González ha emitido un comunicado en el que asegura que Moncloa no le presionó. Hombre, sólo faltaba.
Al otro lado del Atlántico, Maduro se burla de Edmundo y de España: asegura que le suplicó clemencia (don Edmundo) y encima pide la ruptura de relaciones diplomáticas con Madrid.
El accidentado exilio de González en Madrid demuestra que la tiranía bolivariana sólo caerá por la fuerza o mediante un magnicidio
Hemos hecho el ridículo, pero hay algo más grave. Con ese ridículo hemos colaborado a que ese majadero homicida llamado Nicolás, se asiente aún más en el poder.
El accidentado exilio de González en Madrid demuestra que la tiranía bolivariana sólo caerá por la fuerza o mediante un magnicidio.