Viernes Santo: Jesús muere en la cruz por todos los hombres pero, sobre todo, por cada hombre. Advertencia: la gran fiesta cristiana es el Domingo de Resurrección pero el Viernes Santo es el que más conversiones provoca. Es decir, el 'fracaso' de Cristo, muerto a manos de fariseos y romanos, provoca más seguidores que el triunfo sobre la muerte que constituye su Resurrección.
Curioso. Supongo que es porque incide sobre el sentido del pecado, algo que no hace falta testificar porque todo hombre sensato lleva en su interior el sentido del pecado: sabemos que somos pecadores aunque nadie nos haya hablado de Cristo ni del infierno.
Al científico estadounidense de origen indio afincado en Norteamérica, Satchi Panda, se le conoce como aquel que otorgó al método del ayuno intermitente su basamento científico... lo que significa que otorgó basamento científico al ayuno cristiano.
En efecto, el ayuno intermitente consiste en pasar hambre... de la misma forma que el ayuno cristiano consiste en pasar hambre para corredimir.
Por eso, la Iglesia, que exige poco, sitúa la obligación del ayuno -y nada de ayuno severo sino bien liviano que es- tan sólo dos días al año: Miércoles de Ceniza y Viernes Santo; al principio y al final de la Cuaresma.
No comer menos más veces al día ni medir las calorías: pasar un poquito de hambre para acompañar al Señor en la cruz.
Y el hecho de que el doctor Panda haya convertido el ayuno cristiano en 'evidencia científica' (ya saben, o evidencia o científica) me importa una higa... porque Dios no necesita del señor Panda, pero sirve para demostrar cómo Dios se introduce en la ciencia, o en cualquier otra actividad, sin pedir permiso.
Empezar a ayunar es como nacer de nuevo: se lo dice un tragón ansioso
Aconsejo vivamente que comencemos a ayunar, que es la práctica penitencial que más nos cuesta a los españoles, que todo lo cerramos comiendo. Empezar a ayunar es como nacer de nuevo: se lo dice un tragón ansioso: empiece con un ayuno liviano, al principio que sea solo un poquito pero, sobre todo, ofrézcalo por Cristo, con afán de acompañarle en la cruz, de salvar a todas las almas. Comprobará su eficacia en dos senderos: en su mente y en su alma. Y de paso, mejorará usted su corazón, su diabetes, su colesterol y un montón de cosas más.
Lo más gracioso del método Panda es que consiste en no comer durante 16 horas diarias pero las ocho restantes puedes comer lo que te venga en gana, cochinillo y chorizo incluido.
Exactamente como el ayuno del cristiano, que no ayuna para lograr una preciosa silueta sino para corredimir. Un buen proyecto para pensar en Viernes Santo.
Eso sí, al comenzar tenga usted cuidado con quien tiene al lado: el hambre provoca mala leche. Supongo que con el tiempo se pasa pero yo no soy tan veterano. Pero no ayune por nada suyo, ayune sólo por Dios y por los demás.
El ayuno, es, sin duda, el arma de nuestro tiempo ante la gran batalla que estamos librando.