Una banda de okupas de origen extranjero ha entrado violentamente de madrugada en el domicilio de un matrimonio en Pinedo, Valencia. Las víctimas han hablado para À Punt contando lo sucedido: “Estaba durmiendo, me desperté cuando noté los puñetazos en la cara, me pegaban en la cara y el brazo”.

Eran las cinco de la mañana cuando los tres okupas asaltaron y agredieron a los dos ancianos nonagenarios, tal y como se ha podido conecer, "amenazaron al hombre con dispararle si se movía de la cama”.

Al parecer estos okupas son conocidos por la zona, tienen okupado un edificio por la zona y ya habrían cometido otros dos atracos, sembrado el pánico entre los vecinos. En esta ocasión se llevaron 300 euros en efectivo y varias pulseras. Todo ello lo consiguieron con una brutal paliza: “Me echaron a la cama y me pegaron una paliza que me dejó dos costillas rotas”. Ambos tienen varias costillas rotas y varias heridas en el rostro y por el cuerpo. 

Dani Esteve, líder de la empresa “Desokupa”, se ha hecho eco de la noticia en sus redes sociales, y se ha ofrecido para intervenir directamente y desalojarán a la banda del eficio que tienen okupado. 

La violencia okupa está disparada. En Hispanidad contamos el caso de Miguel Ángel, que sufrió una paliza a manos de su vecino de rellano, un okupa que lleva viviendo ilegalmente en el piso desde hace tres años. 

Además informamos de cómo un okupa es el supuesto responsable de la muerte del dueño de la propiedad que okupa, al que mató porque le pidió que se marchara de la vivienda. Y conocimos el caso de Cristina y su familia, su okupa -y ex suegra- incendió la casa de la propietaria con ella y sus hijas dentro: "Os quiero ver arder vivas". O el de los periodistas de Madrid Directocuando unos okupas les recibieron lanzándoles una azada que habían robado a un jardinero.

más recientemente conocíamos que un policía había sido apaleado por unos okupas: 18 tornillos y una placa en el brazo... mientras, los agresores quedaron en libertad. O el caso de los cuatro okupas que fueron detenidos por apuñalar al propietario que intentaba recuperar su vivienda. También, el del policía que perdió parte de su oreja al ser mordido por un okupa

La okupación escala un peldaño más, hasta la delincuencia violenta.