Contamos en Hispanidad que la ministra de Derechos Sociales, la pancartera Ione Belarra, quiere ilegalizar las empresas de desokupación porque son "gentuza " que "se lucra persiguiendo a los vulnerables"... es decir, al okupa. Y es que para la ministra "España no tiene un problema de ocupación".
Pues bien, 'El programa de Ana Rosa' entrevista a Gustavo. Gustavo es un hombre real, no es producto del invento de la ultraderecha, el cual ha sido agredido por su inquiokupa con un machete en el madrileño municipio de Leganés, y es que la violencia okupa está disparada.
Gustavo, como legítimo propietario del piso, fue a hablar con su inquiokupa para solucionar una avería del inmueble que está provocando daños a un vecino. La intención del propietario era proponerle a su okupa que saliera de la vivienda, él le perdonaba la deuda de 7 meses, pero necesitaba solucionar la avería. La respuesta del okupa fue una brutal agresión con un cuchillo.
La reportera le pregunta a Gustavo por su situación y su estado de salud: "Me han dado de baja, estoy tomando ansiolíticos. También me han dado cita con el psicólogo porque el estado de ansiedad y estrés que estoy viviendo es insostenible, me veo impotente y nada protegido por la ley".
Además, le pregunta por la agresión: "A ti te atacó directamente, ¿te viste atrapado en una habitación y te defendiste con una mesa, verdad?". Gustavo responde: "Sí, los problemas de la gotera eran bastante graves y yo lo tenia que arreglar por el bien del edificio. Contraté a una empresa y cuando fue el electricista y el fontanero se sintieron intimidados por el inquilino, incluso les pedía el alquiler de una habitación para hacer la obra".
"Dos días antes de la obra me acerqué yo de buena fe para llegar a un entendimiento. Grabé un audio para tener pruebas de la okupación pero él se percató y no me dejaba salir sin darle el móvil. Yo no accedí y la mujer bloqueó la puerta del comedor donde estábamos hablando y me gritaba 'no mates a mi marido'. Acto inmediato al bloqueo de la puerta salió él con un machete y comenzó a apuñalarme, cogí la mesa de escudo. Le di el móvil pero aún así él solo quería matarme. Gracias a los vecinos, en un descuido del inquiokupa conseguí escaparme".
Gustavo se ha visto obligado a contratar a esa "gentuza" de la que habla Ione porque su okupa no se va y encima le agrede. Y es que el inquiokupa fue detenido pero a las 24 horas quedó en libertad y volvió al piso.
Y para más desvergüenza del inquiokupa, Gustavo asegura que, mientras a él le debe 7 meses, el okupa alquila las habitaciones del piso ilegalmente.