Es una tragedia que un padre acabe con la vida de su propio hijo. Como ha sucedido recientemente en Sueca (Valencia). El pasado domingo, el presunto parricida de Sueca acabó con la vida del pequeño, que horas antes había cumplido 11 años. Fue la propia madre la que alertó de lo sucedido tras no recibir noticias ni de su hijo ni de su exmarido, que tenía una condena por violencia de género y una orden de alejamiento.
Al parecer, Toni y su mujer se habían separado el verano pasado, después de que ella no soportase más la situación de maltrato en la que vivía desde hace años. "Dijo que le iba a dar a ella donde más le doliera. Dijo que lo iba a matar y lo ha cumplido", ha lamentado una vecina en declaraciones al diario Levante.
Mientras, en Almería, el Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de prisión permanente revisable para Ana María B.L., la mujer que, en octubre de 2019, quitó la vida a su hijo de siete años en su domicilio de Huércal de Almería.
Según el dictamen pericial en el que se apoyaron los jurados destacó, según señala la sentencia, que "no existió en la acusada, en el momento de matar a su hijo, ningún tipo de trastorno psíquico que pudiera mermar o alterar sus facultades volitivas, ni existió alteración psíquica, solamente sentimientos de tristeza, rabia e impotencia, que fueron creciendo, contra su excompañero y su hijo".
"Se dibujan así los rasgos que son calificados como de violencia vicaria", apuntilla el Supremo en su resolución, que concluye que la decisión del jurado popular venía "avalada", además, por "otras pruebas" como las testificales de agentes de la Guardia Civil sobre el "estado" que tenía "cuando fue detenida".
La sentencia ahora confirmada impuso a la acusada, al margen de la prisión permanente revisable, una pena de tres años de prisión por delito de lesiones psíquicas a su expareja y padre del niño, ya que el jurado estimó probado que la mujer quiso "de forma consciente y voluntaria causar el mayor daño posible al otro progenitor, aumentando su sufrimiento y menoscabando su salud psíquica".
La ministra de Igualdad no ha tardado en pronunciarse sobre el caso del presunto parricida de Sueca... en el de la madre de Almería y en otros más, silencio absoluto por parte de Irene Montero
Lo que olvida la señora Montero es que, en uno y otro caso, el padre y la madre querían causar el máximo daño a sus exparejas... Pero se lo causaron a sus propios hijos.
Por su parte, la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez aseguraba que el Gobierno quiere acabar con esta lacra de la violencia vicaria que definía como aquella que ejercen los padres (varones) sobre sus hijos. Y en el caso de que sean las madres las que causan ese daño, ¿cómo se denomina entonces, señora Rodríguez?