Estoy dispuesto a montar camorra en defensa de los cargos de la Virgen del Pilar, a cuenta de los patronazgos de esta advocación mariana, la única aparición de Nuestra Señora en carne mortal, antes de ser asunta al Cielo y nada menos que al apóstol Santiago Zebedeo, patrón de España y uno de los tres 'enchufados' del Señor, presente en la Trasfiguración. Apóstol muy español: un día pretende sentarse a la derecha del Rey de Reyes pero luego huye en cuanto vienen los mercenarios de los sumos sacerdotes, con malas intenciones, a prender a Cristo en el Huerto de los Olivos. Eso sí, el tipo, una vez que tuvo claro cuál era su papel en la vida, se puso a evangelizar a los más brutos de todo el Imperio romano: los íberos de Hispania.

Los únicos títulos que nadie le discute a Nuestra Señora del Pilar son el de patrona de la Guardia Civil, del cuerpo de submarinos de la Armada y de la heroica División Azul que peleó en Rusia contra los comunistas y que le sirvió a Franco como excusa para evitar la entrada de España en la II Guerra Mundial, una España exhausta tras la Guerra Civil.

Pues bien, para éste que suscribe, La Pilarica es, además, patrona de Aragón, también patrona de España y de la Hispanidad. Enseguida saldrá un listillo que me corregirá advirtiendo que no dicen eso los anales eclesiásticos, a lo que yo le responderé que soy un católico ácrata y anticlerical, con un historial de enfrentamientos, escasamente edificantes, con la autoridad eclesiástica y con los párrocos de todos los días.

¿Y todo esto de los cargos y patronazgos de la Virgen del Pilar es importante? En cualquier país del mundo a lo mejor muy poco, pero para España y para la Iglesia católica, muchísimo. 

En España sí, porque, en la 'Tierra de María', los títulos de la Emperatriz tienen toda la importancia del mundo. En el conjunto de la Iglesia católica, la cuestión también resulta relevante. No olvidemos que, para comprender el Cristianismo, o sea, para comprender cómo opera Cristo en la Historia, hay que interpretar el mundo como la historia de la libertad del hombre... que constituye la única regla que Dios se ha impuesto a sí mismo. Además, hay que recordar las palabras de San Juan Pablo II, el mismo Papa que bautizó a España como la Tierra de María: la Iglesia es más mariana que petrina. Si no entendemos eso, a lo mejor acabamos como el berzas de Lutero.

Así que yo he decidido, reunido en Sínodo conmigo mismo, que considero que la Virgen del Pilar es patrona de España y se acabó. En la basílica zaragozana se dejan ver dos bombas lanzadas por la aviación republicana durante la guerra civil, con el progresista propósito progre de destruir una de las grandes basílicas de la cristiandad (¡Nooooooo!, ellos no obraban por odio a la fe). Esos dos obuses pueden verse hoy colgados en la pared frente a la Capilla del Santísimo, de espaldas a la capilla de la Santísima Trinidad. Tras ser lanzados, ambos 'misiles', que sí hicieron blanco, se empotraron contra el techo de la iglesia sin estallar... por causas desconocidas. 

A partir de aquí, me importa una higa que me digan aquello de que la patrona de España es La Inmaculada. Lo sé... y también La Pilarica, que es una misma persona. Además, ¿quién ha dicho que un país no puede tener más de una patrona, cuando, encima, hablamos de la Tierra de María?

Asimismo, acabo de nombrar -conste que ya fue nombrada- a Nuestra Señora del Pilar patrona de toda la Hispanidad. Fueron los reinos de Castilla y Aragón los que evangelizaron América bajo la batuta de los monarcas católicos Isabel y Fernando. Y aunque la futura Reina de España sea incapaz de santiguarse ante la imagen de la Pilarica, aunque no se haya enterado de lo que hicieron sus ancestros, aunque los mexicanos aleguen que la patrona única de la Hispanidad es Nuestra Señora de Guadalupe... 500 millones de hispanoparlantes se merecen contar con dos madrinas, máxime cuando se trata de la misma madrina.

Sí, los padrinazgos, las tutelas, de Nuestra Señora del Pilar, resultan fundamentales. Además, la Virgen del Pilar es patrona de España y de la Hispanidad... porque a mí me viene en gana: ¿Pasa algo?

Termino: para quien no conozca el himno de la Virgen del Pilar ahí tiene canto y letra: es formidable. Le recomiendo que se lo aprenda y lo entone, aunque tenga una voz de grajo, muy parecida a la mía. Usted también, Princesa de Asturias, Doña Leonor Borbón Ortiz... Ortiz por su madre, que dicen en Zaragoza.