Al Reino Unido se le presupone un país desarrollado y civilizado, donde priman los derechos y libertades de los ciudadanos, tales como, por ejemplo -y entre otros- el derecho a la libertad de expresión, opinión y a manifestar las propias creencias.
Sin embargo, lo ocurrido este 6 de diciembre en Birmingham (Inglaterra), parece desmentir la anterior suposición.
Una mujer, de nombre Isabel Vaughan-Spruce, se encontraba rezando en silencio cerca de la clínica abortista BPAS Robert, cuando unos oficiales de policía se le acercaron tras la queja de un espectador que sospechaba que la mujer se encontraba rezando mentalmente, cuenta Aciprensa.
Isabel fue detenida y luego puesta en libertad bajo fianza con la condición de no ponerse en contacto con un sacerdote católico local involucrado en el trabajo provida.
🚨 | La policía detiene en Reino Unido a Isabel-Vaughan-Spruce por rezar en silencio cerca de un centro abortista de Kings Norton, Birmingham, en cuatro ocasiones.
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) December 22, 2022
"¿Estás rezando?", pregunta el policía.
"Puede que esté rezando en mi cabeza", responde. pic.twitter.com/nVQ2AOScMp
Es aberrantemente injusto que me registraran, detuvieran, interrogaran y acusaran simplemente por rezar en la intimidad de mi propia mente”, contó Isabel
La mujer se mostró indignada por lo sucedido, y dijo que “nadie debería ser criminalizado por pensar y rezar en un espacio público del Reino Unido”. “Es aberrantemente injusto que me registraran, detuvieran, interrogaran y acusaran simplemente por rezar en la intimidad de mi propia mente”, contó Isabel luego del arresto.
Birmingham introdujo “la zona de censura” como una medida para penalizar a quienes participen en cualquier acto o intento de acto de aprobación o desaprobación del aborto, cerca de los centros donde se realiza.
Jeremiah Igunnubole, el asesor legal de la organización de defensa legal cristiana ADF UK, denunció que “es realmente sorprendente que la ley haya concedido a las autoridades locales una facultad tan amplia e irresponsable”. “Ahora, incluso los pensamientos considerados ‘incorrectos’ pueden conducir a una detención humillante y a una acusación penal”.
El asesor legal de ADF UK manifestó que Isabel es “una mujer de buen carácter que ha servido incansablemente a su comunidad brindando asistencia caritativa a mujeres y niños vulnerables”. “Sin embargo, no ha sido tratada mejor que una criminal violenta”, lamentó.
Ella contó que “mi fe es una parte fundamental de lo que soy, así que a veces me paro o camino cerca de un centro abortista y rezo sobre este tema”. “Es algo que he hecho casi todas las semanas durante los últimos 20 años de mi vida. Rezo por mis amigas que han sufrido un aborto y por las mujeres que están pensando en hacerlo”, señaló.