Una vez más, Youtube, el monopolio mundial de vídeos propiedad del monopolio informativo mundial de Google, ha cerrado el canal de La Contra TV, hijo de Libros Libres y hermano de Religión en Libertad.
Los pormenores lo tiene en la correctísima denuncia del censurado: aquí la tienen.
Con la prepotencia que le caracteriza. Google-Youtube ni tan siquiera explica por qué lo cierra. Simplemente alude a delitos de odio. Insisto: es un invento genial, este de los delitos de odio, penados en España hasta con cuatro años de cárcel y donde el acusado debe demostrar que no odia al acusado. También podríamos llamarlo delitos de oído, porque su único objetivo es que llegue un momento en el que no podamos decir nada, dado que cualquiera que oiga algo que no le gusta, puede exigir pena de cárcel para el discrepante.
Simplemente, el poder es suyo y, al igual que su hermano mayor, Google, Youtube es parásito, ladrón y ahora censor. Trabaja los vídeos de los demás, rentabiliza los vídeos de los demás y ahora censura a los demás.
Y no se engañen: la censura de Google, Youtube y Facebook y la de los verificadores se dirige, ante que a ninguna otra cosa, a cualquier pensamiento cristiano.