javier Monzón (izquierda) escucha con atención la intervención de Manuel Mirat, CEO de Prisa
La Junta General de Accionistas de PRISA, celebrada telemáticamente este lunes, ha terminado en tablas. Las mismas que acordaron Ana Botín, Joseph Oughourlian (Amber Capital) y Moncloa durante este pasado fin de semana. Lo importante es que no es un pacto, sino una tregua que, además, no satisface a nadie y sólo ha servido para que Ana Botín evite la humillación de Javier Monzón y, de paso, una merma importante en su reputación.
El presidente del grupo ha sido reelegido como consejero, pero sólo con el 62,8% de los votos, tras la abstención de Amber (29,8% de PRISA). Antes de las negociaciones del sábado y del domingo, su salida estaba prácticamente garantizada, como adelantó Hispanidad.
Hablamos de una tregua y no de un pacto porque la batalla continúa y el objetivo sigue siendo el mismo: poner El País al servicio de Iván Redondo y dar cobijo a Miguel Contreras y a Miguel Barroso. Es cierto que el vínculo ideológico se mantiene tras la sustitución de Soledad Gallego-Díaz por Javier Moreno como director-, pero no es lo mismo tener mando en plaza que no tenerlo.
De momento, la pugna continúa entre el bloque de izquierdas y el supuesto bloque de derechas, capitaneado, supuestamente, por el fondo Amber, cuya cabeza visible es Oughlourlian, y que no logra hacerse con las riendas a pesar de tener el 29,8% del capital. Pero, ¿quién es la ‘X’ de Oughlourlian?
En el accionariado de PRISA hay de todo, aunque, hasta ahora, quien ha llevado la voz cantante ha sido el Santander, a pesar de controlar únicamente el 4,2% del capital. El banco que preside Ana Botín es, además, el mayor acreedor del grupo y el financiador del 7,6% que posee la familia Polanco.
Tras Amber, el segundo accionista de referencia es Telefónica (9,4%), seguido del HSBC (9,1%), de los Polanco (7,6%) y del jeque catarí, Khalid Al Thani (5,1%).
Luego está el trío mexicano: Roberto Alcántara Rojas (5%), presidente de Gho Networks y que, en su día, llegó a un acuerdo con los Polanco para comprarles un porcentaje de su participación, Carlos Slim, que posee el 4,3% del capital, y el ex consejero del Santander, Carlos Fernández González (4%). Y, para terminar, los fondos Melqart Opportunities (3,6%) y Polygon (1%).
Por cierto, Sonia Dulá también ha sido reelegida como consejera independiente, pero sólo ha contado con el 63,39% de los votos. Es más que Monzón, pero tampoco le deja en buen lugar.