Pensiones en España: el cáncer del envejecimiento no se cura con inmigrantes
La deuda de la Seguridad Social ha alcanzado los 51.193 millones de euros en agosto, según datos del Banco de España publicados este lunes. Es la primera vez que superamos los 50.000 millones de euros (la cifra, además, es un 46,8% superior a la de un año antes) y seguro que no será la última. A partir de ahora, cada mes superaremos el récord del periodo anterior. Muy preocupante.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no tiene reparos, sin embargo, en prometer que subirá las pensiones según el IPC, lo que asegura la quiebra del sistema más pronto que tarde. Porque, ¿a quién se le ocurre pagar las pensiones con deuda? Es como si una familia pidiera créditos para comprar la comida de cada día. A nadie se le ocurriría hacer semejante barbaridad. Pagar las pensiones supone un desembolso de casi 9.700 millones de euros al mes (y subiendo), cantidad que se duplica en junio y noviembre por la paga extra.
A partir de ahora, cada mes superaremos el récord del periodo anterior. Muy preocupante
Así, la deuda del Estado alcanzó en agosto la bonita cantidad de 1,20 billones de euros, el 97,38% del PIB, después de aumentar en 2.196 millones respecto a julio y 34.928 millones (+3%) respecto a agosto de 2018.
En el Ministerio de Economía quitan hierro al asunto y aseguran que España puede cumplir el objetivo de déficit para este año, fijado en el 95,9% del PIB. Lo cierto es que el reto se antoja muy complicado. Pero da lo mismo, porque aunque se cumpliera, tener una deuda del 95,9% del PIB es una barbaridad que no hay economía que lo soporte aun en el mejor escenario macroeconómico.
En este contexto, no debemos alejar la mirada a los tipos de interés. El hecho de que estén en negativo favorece el endeudamiento del Estado, pero, ¿qué ocurrirá el día que el BCE decida subirlos? Las medidas de Mario Draghi no funcionan y la economía del euro se encamina hacia el desastre. ¿Bajar aún más los tipos, aunque ya están en negativo? Si es así, ¿hasta dónde? ¿No sería mejor subirlos, aunque fuera poco a poco? Pero entonces, ¿qué pasa con la deuda -y los intereses- que tienen que pagar los Estados?
Mientras, la población española sigue envejeciendo.