Meghan y Harry, la víbora y el idiota
¡Si me llegan a decir, -a mí- que tendría que salir en defensa de la monarquía británica! Bueno, la verdad es que no voy a defender a Isabel II, que tiene buenas murallas y casi todas malolientes, pero sí aprovecho la ya archifamosa entrevista de Oprah Winfrey -una mujer sincera- con una mujer aún más sincera: Meghan Markle. A su lado, el príncipe Harry de Inglaterra, aquel que ya prometía cuando se ennovió con una chica de Rodesia y soltó aquello de “pero tranquilos, que no es negra ni nada de eso”. El titular sería: la víbora y el idiota.
Meghan a lo suyo: soltó que la Familia Real británica se preocupaba por el color de la piel de su hijo, no fuera a ser demasiado negro. Es entonces cuando Oprah monta su numerito 'Black Lives Matter' (BLM) y en un gesto que debieron grabar varias veces, se queda estupefacta ante el lamentabilísimo racismo de su Graciosa Majestad… quod erat demonstrandum.
Someone has been doing their research pic.twitter.com/OI5XJR9oSs
— Les ?? (@MartinTwigs68) March 8, 2021
Mientras esta venenosa exhibición de la víbora Meghan tomaba las riendas de la conversación, el tonto útil, el varón idiota, convidado de piedra, asentía con la mente abierta, que es lo mismo que tener la boca abierta, un signo de estupidez.
El matrimonio cristiano rechaza el dominio de un sexo sobre el otro: es sumisión reciproca
Harry, el varón idiota, es un interesante espécimen muy propio de la era del feminismo. No todos los feministos son idiotas. Lo acepto, también los hay aprovechados. Pero si no son aprovechados, son idiotas.
El caso es que el varón domado, víctima favorita de la fémina miserable, siempre ha existido, pero nunca se vendió como modelo a imitar.
Tras contemplar tan edificante entrevista insisto en que debemos volver al sentido cristiano de la pareja, el matrimonio y la familia, que se enraiza en los siguientes preguntas-postulados:
1.¿La mujer debe estar sometida al varón en la pareja? Sí.
2.¿Y el varón a la mujer? También.
La propuesta cristiana no es la de dos seres independientes. Que no, la propuesta radica en la sumisión recíproca. Por libre iniciativa, por supuesto, pero sumisión. Si lo llaman donación o entrega sonará mejor, pero estamos hablando de lo mismo: sumisión recíproca y libremente aceptada.
No todos los feministos son idiotas, lo acepto. Algunos son simples aprovechados
La decisión de emparejarse es libérrima pero el libre albedrío encadena por la fuerza del voto.
Por el contrario, que la pareja esté compuesta por una esclavista Meghan frente a un encadenado Harry no implica otra cosa que la triste imagen de una víbora hipnotizando a un idiota.