Hay sociedades en las que estas situaciones como la que estamos viviendo a partir de la alerta mundial, tanto sanitaria como económica, se les convierte en lo que podíamos definir como una tormenta perfecta. Quizás hay sectores en los que la incidencia será tangencial, en otros muy leve en el momento que se vayan levantando restricciones, pero a la sociedad presidida por Rafael del Pino es el prototipo destinado a la clasificación en tormenta perfecta por los sectores que aglutina en su grupo de empresas.

Veamos primero la cuenta de resultados y sobre ella iremos viendo la afectación en sus divisiones. El resultado neto ha registrado unas pérdidas de 111millones de euros (M€), pérdidas superiores en un 13,26% a los -98M€ registrados en 2019 y que, además, contemplaban una provisión de 345M€ por tres contratos de construcción en EEUU.

Las cuatro actividades principales de Ferrovial, autopistas, aeropuertos, construcción y servicios son de las más castigadas por la situación actual y esto genera una gran incertidumbre, además de que se empeñen en mostrar un relativo optimismo expectante. Pero las cifras mandan y solo recogen los primeros días del impacto del Covid-19, por lo que los próximos trimestres pueden ser vitales y se nota en los despachos directivos. De momento, la actividad de servicios se ha clasificado como actividad discontinuada y así se ha registrado en este epígrafe una provisión por 16M€ por las pérdidas estimadas. En el ejercicio anterior se registraron +74M€ como resultados de actividades discontinuas.

Las ventas han crecido 150M€, un 12,2% más que en 2019 llegando hasta los 1.379M€. De ellos, el 90,1% corresponde a la aportación de construcción y el 9,6% a autopistas. Aeropuertos solo aportan 2M€ que suponen un 50,9% menos que en 2019.

El resultado bruto de explotación es de 75M€ que, en comparación con los obtenidos en 2019, sin tener en cuenta la provisión de -345M€ en construcción, supone un 65,8% menos. Autopistas repite resultado (+93M€), aeropuertos pierde un 5,4% más y construcción, con 34M€, incrementa en 9M€ el resultado obtenido en 2019.

El resultado de explotación es de 26M€ que, en comparación con 2019 y ex provisión de 345M€, es un 32,1% inferior. Las cuatro actividades registran cifras inferiores a 2019, destacando otras actividades con 48M€ menos y 6M€ en autopistas.

El resultado financiero es de -62M€ mientras que el pasado ejercicio lo fue de -61M€. La posición financiera no parece tan buena teniendo en cuenta el tiempo que sus ramas de negocio principales van a permanecer en inactividad. Con un saldo bruto de caja de 5.603M€ y una deuda financiera bruta de 9.922M€, un 7,3% más que en 2019, va a ser vital el tiempo que tarde en empezar a generar ingresos, a qué velocidad y con qué restricciones, pues en este ejercicio tiene vencimientos por 822M€ y en el próximo, 848M€ más.

El resultado por puesta en equivalencia se ha hundido con unas pérdidas de 35M€, 90M€ menos que en 2019, cuando presentó 55M€ de beneficios. El principal motivo de estas pérdidas son sus participaciones en aeropuertos, que presentan 71M€ de pérdidas, 25M€ más que en 2019, mientras que autopistas presentan 36M€ de beneficios, 5M€ más que en 2019.

Estas cifras, a pesar de evidentemente ser malas, sin ningún calificativo más de momento, solamente pueden ser una pequeña parte de lo que le queda por llegar, ya que sus actividades en este momento son de exposición máxima. En autopistas, sin apenas utilización, solo transportes de mercancías debido a los confinamientos, pero por su situación principal en EEUU y Canadá el impacto podría ser menor. Los aeropuertos están prácticamente parados: Heathrow, por ejemplo, mantiene solo una pista en servicio, y no vale la justificación de reducción de costes de personal y mantenimiento. La incertidumbre a estas fechas de cómo será su reactivación no induce a nada bueno. Construcción tiene las mismas incertezas, pero probablemente se reactive antes y servicios permanece con muchas restricciones y con clientes sin actividad que reducirán contratos.

La decisión sobre la remuneración al accionista queda postergada en tiempo e importe, en función del impacto del Covid-19 y en la junta de accionistas se acordaron ampliaciones de capital contra reservas para el pago del dividendo, todo combinado con el programa de recompra de acciones propias.