Demetrio Carceller, Samantha Vallejo-Nájera, María Carceller, Íñigo Colmenares y Almudena Martorell
Este jueves, Rodilla ha inaugurado de forma oficial su primer establecimiento gestionado por personas con discapacidad intelectual. Es “como todos los demás”, como se dice en un vídeo promocional, pero también diferente, o más bien, especial.
En el año de su 80 aniversario, el famoso restaurante de sándwiches, propiedad del grupo Damm, ha empezado a colaborar con la Fundación A la Par lanzando un proyecto de apoyo a la inserción laboral y social de personas con discapacidad, un primer paso en su colaboración. El establecimiento situado en la calle Arturo Soria, 166 (Madrid) abrió hace un mes y es la primera vez que la Fundación gestiona una franquicia en su apuesta por “pasar de un modelo asistencial a otro en el que las personas con capacidades diferentes reman y generan riqueza”, según Almudena Martorell, presidenta de la Fundación A la par, que tiene como madrina a Samantha Vallejo-Nájera. “El trabajo es el principal factor para tener una buena salud mental”, ha añadido, destacando que de todos los servicios que prestan a las personas con discapacidad desde su creación en 1948, el principal es el empleo.
María Carceller, CEO de Rodilla, ha subrayado que “uno de los pilares de su responsabilidad social corporativa es ayudar a las personas con discapacidad”. Por lo tanto, “la inserción laboral y dar visibilidad a sus problemas y a su normalización en la sociedad”. Por su parte, Demetrio Carceller, presidente de Rodilla y del grupo Damm, ha destacado la apuesta de la familia Damm (más de 4.000 personas) por seguir trabajando en la inclusión de este colectivo. Virginia, una de las sandwicheras, está muy feliz de trabajar en este nuevo Rodilla y ha destacado que "todos somos iguales y tenemos derecho a trabajar como cualquier otra persona".