- Los dos grupos alemanes, que se reparten los papeles, lideran los avances, entre un 5% y un 8%.
- El acuerdo presagia la subida de los precios de la luz: por eso suben todas las eléctricas.
- Dejarán de ser grupos integrados para especializarse en producción (RWE) y en comercialización (E.On).
- En España, lidera las subidas Gas Natural Fenosa (1,8%), seguida de Iberdrola (1%) y Endesa (0,7%).
- En Francia, EDF (1,75%); en Portugal EDP (1,64%) y en Italia, Enel (0,9%).
El anuncio de intercambio de activos de las dos grandes energéticas alemanas,
RWE y
E.On remueve la cotización del todo el sector europeo, con subidas generalizadas pero no de la misma intensidad.
Alemania es un referente para el resto y la operación, en efecto, tiene un gran calado, pero básicamente porque implica la creación de dos monopolios (producción y venta). El acuerdo necesita el visto bueno de las autoridades de
Competencia, que podrían poner pegas de consistencia.
Grosso modo, el acuerdo expresa el resultado del
apagón nuclear decidido por el Gobierno
Merkel después del accidente, en 2011, de
Fukushima. Esa medida supuso una trasformación radical del modelo energético y se alarga ahora, con un paso más, en el final decidido de dos grupos integrados, que pasarán a especializarse en negocios distintos. RWE, en
producción de energía, convencional y renovable, y E.On, dedicada a la
comercialización y
distribución de energía y
redes.
Los dos grupos se disparan este lunes en bolsa. RWE más de un 8% y E.On, más de un 5%. Al mismo tiempo, se ha replicado como en un efecto dominó en todo el sector.
En España, en concreto, suben las tres grandes, aunque lideradas por
Gas Natural Fenosa (1,79%) y seguidas por
Iberdrola (1,06%) y
Endesa sube un 0,72%, con un Ibex en 0,4%.
También suben la portuguesa
EDP (1,64%), la francesa EDF (1,75%) o la italiana
Enel, dueña de Endesa (0,9%).
El intercambio de activos entre RWE y E.On asciende a unos 20.000 millones de euros, aunque el proceso no concluirá hasta finales de 2019, precisamente por la complejidad de esa
transformación, teniendo en cuenta, además, que los dos grupos no valen lo mismo. La
capitalización de E.On es de 18.600 millones y la de RWE, 11.000 millones.
Por un lado, E.On comprará a RWE el
negocio de renovables, redes y distribución que agrupa en su filial en
Innogy. Primero con la adquisición del 76,8% y después con una OPA sobre el resto.
RWE, por su parte, se quedará con los
activos de renovables, de
almacenamiento de gas de Innogy y de E.On y con las participaciones de ésta en dos centrales nucleares (Emsland y Gundremmingen).
Para ello, tomará un 16,67% de E.On, mediante una ampliación, y un pago de 1.500 millones para cubrir la diferencia en la valoración.
Rafael Esparza