Naturalmente, pertinaz en el error, Calviño no cambiará, o al menos amenaza con hacerlo, la tipología del impuesto especial contra bancos y energéticas, lo que hace tan injusto a estos impuestos
El Ibex cerró la sesión del jueves 31 de agosto con una bajada del 0,47%. Habría cerrado en positivo de no ser por el batacazo que se pegó el sector bancario. A saber: las caídas estuvieron encabezadas por Sabadell (-5,02%), seguido de Unicaja, (-3,68%), Caixabank (-3,46%), Bankinter (-3,30%), BBVA (-1,73%) y Santander (-0,73%).
¿Por qué los dos grandes bancos bajaron menos? Pues porque tienen mayor presencia internacional, sobre todo el Santander, por lo que están a salvo de las zarpas depredadoras del Sanchismo y, en concreto, de las macedonias mentales de doña Nadia Calviño todavía vicepresidente y conocida como doña ‘Nada’ Calviño o, sencillamente, como el ‘Desastre Calviño’.
Se supone que, aunque Sánchez forme Gobierno Calviño no estará en el Ejecutivo pero, ¿qué más da?
Por cierto, nadie sabe qué pinta una vicepresidente saliente, en un Gobierno que no se sabe si va a repetir, anunciando nuevos impuestos o la intensificación de uno de ellos. Naturalmente, pertinaz en el error, Calviño no cambiará, o al menos amenaza con hacerlo, la tipología del impuesto especial contra bancos y energéticas, lo que hace tan injusto a estos impuestos. Que gravan los ingresos, no los beneficios.
Naturalmente, una empresa puede aumentar ingresos y reducir los beneficios. Y en cualquier caso lo que una empresa gana no son los ingresos es lo excedente.
Sobre todo, un impuesto injusto: ‘desastre Calviño’ insiste en el disparate de gravar ingresos en lugar de beneficios
Pero ya sabes: ahora que me voy del convento...
Márchese en buena hora doña Nadia al Banco Europeo de Inversiones (BEI) o a donde más le apetezca, pero hágalo cuanto antes, porque el daño que esta eurócrata ha hecho a la economía española lo sufriremos a lo largo de los años.