El NOM contra Trump y el satanismo, también
Los satánicos también quieren derrocar a Donald Trump. ¿Por qué será? El vídeo, tomado durante una protesta feminista en enero de 2017, es tan breve como significativo y no ha perdido un ápice de actualidad. “Satanic Temple” o Templo Satánico, es una organización norteamericana que, como su propio nombre indica, persigue los mismos objetivos que Lucifer, que se pueden resumir en cuatro palabras: la condenación del hombre. Naturalmente, todo revestido de libertad, solidaridad, fraternidad y mucha, mucha igualdad.
Tras las presentaciones de rigor, llega la cuestión: ¿Están a favor o en contra de Trump? “Estamos contra Trump”, responde la líder satánica, que se sorprende ante la pregunta sobre los motivos. “¿Por qué crees? Nos va a quitar la mayoría de nuestros derechos. No estamos contentos con eso”, dice, para luego soltar la traca final, que suena a amenaza: “Queremos protegerte a ti”. ¡Ay madre!
El objetivo es derrocar a Donald Trump como sea. El malvado presidente ha demostrado con hechos que no está a favor del aborto y eso es imperdonable. Incluso ha osado firmar un decreto para promover la libertad religiosa en el mundo. Sus enemigos lo llevan intentando desde el mismo día en el que ganó las elecciones, en noviembre de 2016, pero todos sus intentos han fracasado, hasta ahora. ¿De quién estamos hablando? Del Nuevo Orden Mundial o, si lo prefieren, de la masonería (la vieja y la nueva), que tiene en Naciones Unidas uno de sus instrumentos más activos.
En definitiva, lo que persigue el NOM es, en realidad, lo mismo que persigue Satanic Temple y que, en realidad, es justo lo contrario de todo aquello que dice defender: la libertad individual de las personas, la libertad religiosa, el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la libertad de educación…
Pero todo eso suena muy mal y nadie lo apoyaría directamente. De ahí toda esa constelación de movimientos que se han unido para derrocar a Trump y evitar que vuelva a ganar las elecciones de noviembre. El feminismo, la ideología de género, el ecologismo, el animalismo… lo han intentado sin éxito hasta ahora. Pero cuidado, porque con el racismo parece que la cosa ha cambiado y empiezan a creer que pueden acabar con Trump.