T-Mobile y Sprint se convierten en la cuarta teleco mundial, controlada por el gobierno alemán. si los reguladores lo permiten.
Deutsche Telekom (DTE) es la mayor compañía de telecomunicaciones de la Unión Europea por capitaliación y está controlada por el gobierno alemán (posee el 31,9%: un 14,5% directamente y otro 17,4% a través del banco del gobierno KfW). Por ello, con el movimiento de su filial en EEUU, se hace fuerte al otro lado del Atlántico y pasa a mandar en el cuarto operador de telecomunicaciones mundial -tras China Mobile, At&T y Verizon-.
Deutsche Telekom controlará el 42% de la nueva teleco que nacerá de la fusión entre su filial T-Mobile y Sprint. Por su parte, el propietario de Sprint, el grupo japonés de telecomunicaciones Softbank, tendrá el 27% del capital de la fusionada y el resto estará en manos del resto de accionistas de T-Mobile USA y Sprint.
Los Ceos de ambas compañías, el estadounidense John Legere y el boliviano Marcelo Claure, respectivamente, tendrán puestos relevantes en la nueva teleco: el primero será el Ceo, pues Deutsche Telekom mandará, y el segundo pasará a ser jefe de operaciones. En su opinión, esta unión es la única capaz de crear una red 5G nacional en EEUU: “No podemos hacer esto por separado, y tampoco Verizon ni AT&T (…). Ninguna compañía tiene ni la amplitud ni la profundidad del espectro realmente requerido para hacer esto rápidamente, excepto el nuevo T-Mobile”.
Eso sí, la fusión aún no está cerrada, pues depende del visto bueno de las autoridades de competencia. Pero hay buenas sensaciones y se espera que pueda cerrarse antes de la primera mitad de 2019. Y esto no es moco de pavo. Sobre todo, el prermiso de la FCC, cuyo presidente no contariaría a Donald Trump, que no es el mejor amigo de Alemania. Y hasta pudiera ocurrir que si los reguladores ponen demasiadas condiciones, los alemanes se retirarán.
Al mismo tiempo, aunque la fusión sea transoceánica no está claro que vaya a provocar un efecto-cascada en las telecos europeas.