José Luis Escrivá (AIReF) pide un "compromiso firme" por la sostenibilidad presupuestaria para que no sea una "cuestión partidista"
El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, ha denunciado el sectarismo de los partidos políticos a la hora de elaborar las cuentas públicas. En concreto, en su intervención en el Fórum Europa, les ha pedido un “compromiso firme” con la sostenibilidad presupuestaria, para que esta no sea “una cuestión partidista”.
Y es que hay razones de peso: el endeudamiento de España está en un nivel cercano a un ratio sobre el PIB cercano al 100%, muy lejos del objetivo para 2020 (60%), que es “una meta inalcanzable” pero sería un nivel “razonable”. De hecho, es lo que recoge la Ley de Estabilidad Presupuestaria de 2012, que desarrollaba el cambio introducido en la Constitución tras el pacto de 2011 entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy (entonces presidente del Gobierno y líder de la oposición, respectivamente) para modificar el artículo 135 y comprometerse a cumplir dicho objetivo.
La fragmentación parlamentaria o el alto grado de descentralización no son motivo para la inestabilidad presupuestaria
“Los países con un menor endeudamiento tienen una calidad institucional muy superior en el ámbito presupuestario”, ha señalado Escrivá, invitando a tomar nota de Alemania y Holanda, que están en el nivel del 60%. Allí existen marcos efectivos a largo plazo que limitan la toma de decisiones “cortoplacistas y arbitrarias” y mejores condiciones de gobernanza, aspectos donde “España tiene un margen de mejora inmenso”.
Asimismo, ha insistido en que el paso del bipartidismo a la fragmentación parlamentaria vivido en los últimos años no es algo exclusivo de España: “Holanda es una referencia”, pues “hay parámetros e ‘inputs’ del ámbito presupuestario que se deben sacar del debate político”. Tampoco es un motivo para la inestabilidad presupuestaria que España sea “uno de los países con mayor grado de descentralización”, como demuestra Alemania, Austria, Canadá o los países nórdicos.
Hay que retrasar tanto la edad efectiva de jubilación como la edad legal para soportar mejor el gran reto del gasto en pensiones
Paralelamente, Escrivá ha dado al Gobierno donde más le duele, al referir que el nivel de las cotizaciones sociales está por encima de la media de los países europeos, y ojo, porque en los Presupuestos se prevé un subidón de las mismas. “Lo que resulta verdaderamente singular es que de ese nivel, siete puntos se dediquen a desempleo”, cuando el gran reto está en el gasto en pensiones. Aunque se ha mojado menos que hace unos días (quizá por la presencia de la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio) ha señalado que por cada año que subiera la edad efectiva de jubilación, el gasto en pensiones se reduciría en cuatro décimas a finales de 2040 y “si fuéramos capaces de acercarnos a la edad de jubilación legal de 67 años, una parte significativa del problema de gasto en pensiones quedaría neutralizado”.