Fernando Abril-Martorell y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, representan la gestión y la propiedad de INDRA, respectivamente
Era la gran duda que quedaba en la empresa pública tras la llegada de los socialistas: si Fernando Abril-Martorell mantendría la presidencia de Indra con la llegada del Gobierno socialista.
En Hacienda aseguran que “a fin de cuentas no lleva mucho tiempo en el cargo”
Pues la respuesta es, contra todo pronóstico que sí que lo mantendrá. Mientras, el Ministerio de Hacienda, que dirige la SEPI, primera accionista de Indra, asegura que, “por el momento”, Abril-Martorell mantendrá la presidencia de Indra. Y eso que la primera y única toma de contacto de Martorell con su nueva ministra no pudo ser peor. Abril defendió que se trataba de una empresa privada y cotizada y la ministra le recordó que la SEPI es el principal accionista con un 18,7% del capital.
Eso sí, Martorell tendrá que enmendar sus dos fracasos: ingresos y “solucionar” Brasil
Todo parecía indicar que Martorell, siempre humilde, no se había ganado la confianza de su jefa, pero esta, al final, ha decidido mantenerlo en el cargo. “A fin de cuentas, no lleva mucho tiempo” (más de tres años) y, sobre todo, “nosotros no somos como el PP”, que significa eso mismo que están ustedes pensando.
Pero ojo, no es un cheque en blanco. Martorell se queda “por el momento” y, además, tiene que solucionar dos problemas de Indra. Uno es Brasil, un desastre de inversión. El otro, mucho más importante, es que como el financiero que es, Martorell ha sabido reducir costes y controlar la deuda, eso que tanto gusta a los analistas, pero no ha sabido aumentar los ingresos, eso que tanto gusta a todo el mundo.
Y para ello no vale lanzar opas onerosas, tampoco sobre ITP
Conclusión: tiene que aumentar los ingresos si quiere mantener la presidencia. Y no vale con opas carísimas, a lo Tecnocom, para mantenerse (tampoco la estudiada sobre ITP) porque esa resulta una manera muy cara de aumentar ingresos.
Pero, por el momento, don Fernando Abril-Martorell, ha salvado el sillón… que a punto estuvo de perder.