Isabel Celaá comparece ante los medios acompañada de las ministras de Hacienda, María Jesús Montero, y de Economía, Nadia Calviño
Consejo de Ministros extraordinario para aprobar el cuadro macroeconómico (ver el documento adjunto) y el avance de presupuestos consiguiente, que ya se ha remitido a Bruselas.
Isabel Celaá comparece ante los medios acompañada de las ministras de Hacienda, María Jesús Montero, y de Economía, Nadia Calviño. La portavoz asegura que son unos presupuestos “calientes”, realizados con mucha pasión. Nada de líneas eróticas: significa que nos van a freír a impuestos. Y luego está la ministra de Hacienda, que debería ser portavoz, porque con su gracia y tronío, jacarandosa ella, le vende una nevera a un esquimal.
Y bastante firmes: ¿Alguien duda de que los separatistas catalanes y los vascos aprobarán estos presupuestos?
Y sin necesidad de mentir: mismamente, ¿cómo se consigue mantener el déficit en una horquilla que Bruselas Acepte? ¿Y cómo se consigue, además, aceptar las demagógicas (salvo las del SMI, muy cierto) exigencias de Podemos? Metiéndonos a todos los españoles la mano en el bolsillo, en forma de nueva tasa y gravámenes, nuevos impuestos, por valor de 5.300 millones de euros.
Aumentar el déficit no significa disponer de más dinero, sino de más deudas
Y luego, sin desinflarse, te cuenta la señora Montero que, gracias a la subida del salario mínimo, los cotizantes pagarán más y, entonces, solucionaremos el lío de la Seguridad Social. Oiga, y sin despeinarse: con la subida de cotización de quienes cobraban 758 euros y ahora cobrarán 900 para pagar unas pensiones que salen por, atención, 9.300 millones de euros cada mes, por catorce pagas (las extras, un poquito más). Pero lo dice con una gracia que, a mí, qué quieren que les diga, me convence.
Total, que en lugar de reducir gastos, el PSOE de Pero Sánchez sube ingresos, sube impuestos. Eso significa más Estado, más succión política, y menos propiedad privada, menos sociedad y menos familia. Menos meritocracia y más subvenciones. Más poder para la clase pública, menos para los particulares.
Crecimiento a la baja y empleo: ¿Cómo se casa eso?
Ahora bien, ¿estos presupuestos llegarán al BOE? Por supuesto que sí, con los mismos votos de la moción de censura, los del Frente Popular: socialistas, comunistas y separatistas varios. Porque, ¿alguien duda de que los separatistas catalanes y los vascos aprobarán estos presupuestos?
Otrosí, aumentar el déficit no significa disponer de más dinero “para los españoles”, como asegura Montero, sino de más deudas.
Por último, observen las predicciones de la ministra Nadia Calviño -tan mentirosa como Montero, la de Hacienda, pero sin la gracia andaluza- para meter goles por la escuadra: ¿Cómo es posible condenar un crecimiento económico a la baja con una reducción del paro? Porque, según el propio cuadro macroeconómico enviado a Bruselas, en 2018, el año en cuso, el PIB crecerá en 2018 un 2,6% y cerrará el año con un desempleo del 15,5… frente un 2019 donde el PIB crecerá un 2,3% con una tasa de paro del 13,8%. ¿Previsiones prudentes? Más bien, previsiones cachondas, doña Nadia.