- Habrá sorpresa en el segundo juicio por decir que el CNI le había espiado ilegalmente.
- La obsesión de la vicepresidenta es la condena del joven, que ha cambiado de defensa.
- Pero a ningún estadista le sienta bien la crueldad con un joven de 20 años, en 2014.
- Vuelve a declarar Eugenio Pino, ex número dos de la Policía, cuyo testimonio fue rechazado en la vista anterior.
El próximo miércoles, 31 de enero, se celebra en Madrid el segundo juicio contra Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el
pequeño Nicolás, sobre el que pesa una querella del
Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dependiente de la vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría. El pequeño Nicolás vuelve así a escena en los tribunales, pero con una nueva defensa y habrá
sorpresas.
Nicolás Gómez ya fue juzgado y condenado, en 2016, a una multa de 4.310 euros por un delito de calumnias, por decir que el CNI le había investigado ilegalmente, pero absuelto del delito de injurias, del que también estaba acusado en la querellas.
No obstante, el joven recurrió y la
Audiencia de Madrid ordenó repetir el juicio, en mayo pasado, al considerar que se había vulnerado su derecho a una tutela judicial efectiva, provocando la indefensión del
pequeño Nicolás, por el rechazo como prueba de la declaración del ex
número dos de la Policía,
Eugenio Pino.
La
vice impulsó la querella del CNI con el deseo de una
condena ejemplar, a pesar de los 20 años del joven, cuando rodaba de plató en plató diciendo sus cosas, comprometiendo a
tal y pascual, o fue entrevistado por
El Mundo, al que declaró que le habían avisado de que el CNI le había
pinchado el teléfono.
La nueva defensa del joven ha negociado con la
Abogacía del Estado y la
Fiscalía, mientras Soraya ha seguido en sus trece. En paralelo, la vicepresidenta ha jugado también sus cartas para defender su margen de presidenciable frente a
Rajoy, lo cual, si se cumple su deseo de estadista, se podría volver en su contra suya, teniendo en cuenta la propia situación del joven, por su edad y circunstancias.
En la nueva vista oral se repetirá la declaración Eugenio Pino, que la Audiencia Provincial ha considerado "relevante y pertinente", pero fue rechazada por "irrelevante". Ahora cambian las tornas, entre otras cosas por la denuncia de que el ex jefe de Asuntos Internos
Marcelino Martín Blas -único testigo de la Fiscalía- pudo incurrir en actuaciones irregulares en diversas investigaciones policiales, lo que da "indudable relevancia" al testimonio de Pino.
Rafael Esparza