Sr. Director:

Ante el referéndum sobre la Constitución que tuvo lugar el 6 de diciembre de 1978, el  Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo, Don Marcelo González Martín, tuvo a bien dar a conocer una instrucción pastoral el 28 de noviembre de 1978, publicada en el 

OAT en diciembre de ese mismo año.

En dicha instrucción pastoral, Don Marcelo examinó en voz alta algunos de los puntos de la Constitución que, según su punto de vista, exigían una mayor aclaración:

1.- Se omite  nominal y realmente  cualquier referencia a Dios,  como si España no hubiese conocido para nada la fe católica.

2.-  Falta de referencia a los principios supremos de la ley natural  y  la Ley Divina,   lo cual podría ser un salvoconducto para agresiones legalizadas contra derechos inalienables de todo hombre.

¿Sociedad permisiva contraria al ejercicio valioso de la libertad?

3.-  En el campo educativo,  la Constitución no garantiza suficientemente la libertad de enseñanza y la igualdad de oportunidades.  

4.-  No tutela los valores morales de la familia,  ya agredidos por el divorcio,  los anticonceptivos  y  la arbitrariedad sexual.

5.-  No se califica al aborto como lo hace el Concilio Vaticano II: "crimen abominable"

El  "todos tienen derecho a la vida"  supone una concepción del ser humano que diversos sectores parlamentarios no comparten.

A la hora de emitir el voto (favorable o desfavorable) los creyentes han de tener en cuenta que no es lo mismo tolerar un mal (cuando no se ha podido impedir) que cooperar a implantarlo positivamente dándole vigor de ley.

En cualquier asunto de orden temporal  los cristianos deben guiarse por  la recta conciencia bien formada desde los principios morales que la Iglesia sostiene y defiende.

Con nuestro voto debemos favorecer aquellas estructuras sociales que no estén en pugna con la Ley de Dios y que resulten estimulantes para la moral pública y para la vida cristiana.

Se ha de luchar antes y después para evitar los males y para favorecer  el bien común integral  de todos los ciudadanos, teniendo siempre en cuenta que hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

En muchas partes del mundo se perciben las funestas consecuencias que se derivan del olvido de Dios y el desprecio de la ley natural.

Es evidente que cada católico debe emitir su voto con toda libertad según le dicte su conciencia cristiana, y que el texto presentado introduce división.

"Es solo su conciencia  (la de los cristianos)  rectamente formada con suficientes elementos de juicio la que debe decidir, sin aceptar coacciones ni de unos ni de otros"

Al cabo de 46 años, tras la aprobación de la Carta Magna podríamos hacer un balance más exhaustivo y profundo de lo que ha supuesto la Constitución de 1978 para España y para el conjunto de los ciudadanos españoles.

¿En qué aspectos positivos hemos progresado?

¿Cuáles han sido los aspectos negativos que hoy percibimos como fruto de esta Constitución?

¿En qué hemos acertado y en qué nos hemos equivocado?

¿Qué valores morales, espirituales y humanos nos ha proporcionado la Constitución de 1978 al conjunto de los españoles?

¿Y qué anti-valores y  errores observamos en el presente año 2024?