- El objetivo de toda revolución moderna no es terminar con la oligarquía, sino terminar con la trascendencia.
- Quita a Dios y tendrás la ley, que nunca será tan justa como Dios y en la que no hay cabida para la misericordia.
- El mundo declina cuando el peor insulto que se puede dedicar a una persona no es el de miserable sino el de delincuente.
La "religión de la humanidad" de
Augusto Comte no tuvo mucho predicamento, Quizás porque el hombre también busca consuelo en la fe.
Antonio Gramsci era mucho más listo. La religión de Gramsci: el objetivo de toda revolución moderna no es terminar con la oligarquía, sino
terminar con la trascendencia. Que el hombre no tema a Dios,
ni sienta su indigencia natural: el hombre debe ser colocado en el
altar de Dios. Quita a Dios y tendrás la ley, que nunca será tan justa como Dios
y en la que no hay cabida para la misericordia.
Es cambiar al Padre por el policía, a la familia por el Estado y la amistad por el Parlamento.
¿
Y eso funciona? Naturalmente que no. Suprimimos el pecado y nos sometemos al delito. El mundo declina cuando el peor insulto que se puede dedicar a una persona no es el de miserable sino el de delincuente.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com